El fin del estado de alarma y la relajación de algunas restricciones por la pandemia de coronavirus han llevado a varios expertos a alertar sobre un exceso de optimismo cuando aún estamos en una situación de riesgo alto . Creen que esta "confusión" nos pone en peligro por nuevas olas de contagios.
El investigador de la Fundación de Investigación Sanitaria y Biomédica de la Comunidad Valenciana (Fisabio), Salvador Peiró, considera que hay cierta "confusión" al ofrecerse un mensaje de "optimismo exacerbado" sobre la pandemia cuando la situación "todavía mantiene cierto riesgo de repunte".
Así lo asegura en una entrevista con la Agencia EFE, en la que augura que tras el final del estado de alarma, y con buena parte de la población mayor de 60 años vacunada, se producirá un incremento de transmisión entre los jóvenes, aunque serán casos menos graves y la cifra de hospitalizados será menor.
El doctor en Medicina Preventiva y Salud Pública aboga por "redirigir" las estrategias frente a la covid-19, centrándolas en los colectivos que hacen "de colchón de transmisión", lo que tienen mayor movilidad.
Por su parte, Pere Domingo, Coordinador de hospitalización Covid en el Hospital de la Santa Creu i Sant Pau de Barcelona, recuerda que "aunque la tendencia ha ido a la baja, pero sigue habiendo un tercio de pacientes de covid en la UCI del hospital y unas 25 personas ingresadas en hospitalización convencional. Seguimos lejos de llegar a cero y eso es un problema. Aún así, en el último mes podría haber unas 35 personas en UCI y ahora se nota que ha bajado aunque de momento el impacto de la vacuna sigue siendo bajo y las conductas inadecuadas no ayudan".
A juicio de Salvador Peiró, el fin del estado de alarma ha sido "demasiado brusco" y demasiado homogéneo en todo el país, cuando las situaciones de cada autonomía "son muy diferentes"; durante los seis meses en los que ha estado en vigor, señala, "algunas lo han aprovechado mejor que otras".
"Las desescaladas hay que hacerlas tranquilas, ir poco a poco para evitar estampidas como las que vimos la pasada semana, que podrían suponer un repunte temprano", indica para añadir que tampoco entiende que una autonomía quiera establecer un toque de queda y, si se lo deniegan judicialmente, no recurra al Tribunal Supremo.
Las fiesta y botellones son para este experto un peligro. "Esto puede tener un impacto negativo,a segura Pere Domingo, ya que siempre favorece la transmisión, pero es cierto que son eventos al aire libre y eso siempre reduce la probabilidad de contagio. Aún así, seguro que veremos algo de impacto de los próximos 10-15 días.
Domingo cree que "de momento los casos de aumento que se han registrado, no están relacionados con estas conductas porque no ha pasado el plazo suficiente para notar el impacto", y, concluye que "en 10 días probablemente notemos un pequeño repunte".
Por su parte Peiró explica que "estamos en una carrera", en la que "cada día que vacunamos importa". Si se inmuniza a la población mayor de 60 años, que durante la pandemia ha representado el 95 % de muertos y el 65 % de hospitalizaciones, "la situación será distinta".
A su juicio, habrá un incremento de la transmisión en jóvenes por el aumento de movilidad, del contacto y la pérdida del temor a contagiar a las personas mayores que, sin embargo, y aunque no desarrollen casos graves, podrían contagiarse y contagiar a las más jóvenes.
Según Peiró, si antes nos preocupaba que los jóvenes no contagiaran a los mayores para que no hubiera casos graves, "ahora nos tocará preocuparnos de que los mayores no contagien a los jóvenes para no incrementar la transmisión".
Explica que ese potencial repunte de casos "no tendrá" las características de los que se han visto hasta ahora: "Se caracterizará por mucha transmisión en gente joven pero con una cifra menor de hospitalizados porque los casos son menos graves cuanto menor es la edad".
"Cada día que pasamos vacunando y no hay repunte, hace papel. Reduce el riesgo de repunte y de su gravedad", afirma el doctor en Medicina Preventiva y Salud Pública, quien considera que se llegará a una "situación de convivencia con el virus durante bastante tiempo".
Según Peiró, "tendremos brotes pero la economía volverá a funcionar, la vida se retomará y probablemente este verano empecemos a estar en una situación en la que iremos ganando terreno y reduciendo restricciones a medida que avancemos en la vacunación".
El responsable del Hospital de la Santa Creu afirma que la actual "no es la misma situación que teníamos antes: tanto por el aumento de la temperatura como por el hecho de que la gente ya puede sociabilizar en espacios abiertos y, además, el impacto de la vacuna cada vez es mayor. Obviamente, aún así sigue preocupando porque entendemos que la gente está cansada de no tener fiesta, pero nosotros estamos cansados de trabajar".
Pero a pesar del aumento e las vacunaciones, Domingo está convencido de que "la inmunidad de rebaño no es un concepto fijo, varía en función de múltiples factores como la situación geográfica o la entrada de nuevas cepas más contagiosas. En esos casos, si aumenta la R, de forma automática asciende el porcentaje necesario para alcanzar esa inmunidad de rebaño.
Un ejemplo es la cepa británica que tiene una R de 0,4 - 0,5 puntos superior a la variable convencional y esto hace que aumente el porcentaje de población vacunada para hablar de esa inmunidad colectiva.
En el caso de la cepa india, Pere Domingo asegura que "lo más preocupante de esta cepa es que produce dos mutaciones en el lugar donde deben unirse los anticuerpos que neutralizan al virus, tanto en los anticuerpos generados de forma natural por haber superado la enfermedad, como los adquiridos por la vacuna y esto puede ser un problema porque significa que los anticuerpos no se pueden pegar de la misma forma y eso hace que la vacuna pierda eficacia" Aún así, la clave está en seguir vacunando.
A juicio de Salvador Peiró, la comunicación de riesgos a la población durante la pandemia ha sido "en general pésima" y se ha basado en generar "normas autoritarias" en lugar de intentar que la gente entendiera e interiorizara qué comportamientos tienen mayor o menor riesgo, lo que se puede hacer y lo que no en cada momento.
En este sentido considera que durante la pandemia "se ha manejado bastante mal" un "aspecto esencial, la ventilación", y mientras en colegios se ha hecho hincapié en esta medida que ha sido extraordinariamente útil para contener los brotes, no ha ocurrido así en otros sitios cerrados, como la restauración o los laborales.
Admite que le "preocupan mucho" las discotecas y otros espacios similares, muy cerrados por el aislamiento para el sonido, con mala ventilación y donde la gente habla alto por la música, que se convierten en una "fábrica de aerosoles".
Para Domingo, "de momento sólo tenemos dos herramientas para luchar contra la pandemia: las medidas sociales y la vacuna. No hay que precipitarse en quitar una de ellas a expensas de que aumente la vacunación, tal vez lo más adecuado sea que quienes ya tienen las dos dosis, puedan quitarse la mascarilla en espacios abiertos como ya sucede en algunos países.
Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS) se suma a esta corriente que teme que el avance de la vacunación nos haga dejar de temer al virus y ha llamado la atención sobre la desigual situación de transmisión del coronavirus entre países, ya que en algunos parece extenderse la mentalidad de que "la pandemia ha terminado" y en otros se están registrando "enormes" oleadas de infección.
"La situación en varios países sigue siendo muy preocupante. La pandemia está muy lejos de terminar, y no terminará en ningún lado hasta que termine en todas partes", ha recalcado, para comentar que las nuevas variantes, la "fragilidad" de los sistemas sanitarios, la cada vez menor implantación de medidas de salud pública y escasez de suministro de oxígeno, dexametasona y vacunas está "agravando" la situación actual.
Dicho esto, Tedros ha vuelto a pedir a las compañías farmacéuticas que incrementen el número de dosis de vacunas a lo largo de 2021 y que cumplan con los plazos de entrega pactados. Además, les ha solicitado que ayuden a los países para que puedan donar vacunas al mecanismo Covax.