La ministra de Educación y Formación Profesional, Isabel Celaá, se muestra muy orgullosa de la reacción del sistema de educación español ante la pandemia del coronavirus. A su juicio, ningún país ha reaccionado mejor que España a la suspensión de las clases presenciales, y eso a pesar de que nuestro sistema no estaba preparado para adaptar toda la docencia de la noche a la mañana como sucedió cuando hace un mes el Gobierno decretó el cierre de todos los centros educativos por el estado de alarma.
"Nosotros, igual que el resto de los sistemas educativos de los países de nuestro entorno, tenemos una modalidad de educación presencial. Ningún otro sistema educativo ha sido más capaz que el sistema educativo español para ponerse en marcha 24 horas después y sustituir la actividad presencial por una actividad a distancia. Y aquí es preciso elogiar la labor del profesorado" por haber dado el "salto de gigante" que supone la enseñanza a distancia, subraya Celaá en una entrevista por videoconferencia a Europa Press.
Pese a su satisfacción con la respuesta de los docentes, la ministra les recomienda reducir la carga lectiva de los estudiantes durante el confinamiento. "A lo mejor hay que disminuir la magnitud de las tareas y mejorar la interacción con los alumnos", precisa Celaá, quien señala como una prioridad la atención a los escolares que no siguen la educación a distancia por motivos socioeconómicos.
"Lo que nos preocupa y debe ser objeto de preocupación es tratar de conectar con aquellos alumnos que están todavía desconectados. Hemos de identificarlos, saber qué problemas tienen, para proporcionales el recurso que precisan para poder seguir recibiendo conocimiento", indica la titular de Educación.
"Todavía tenemos hogares sin acceso a internet, pocos gracias a la labor que se ha hecho en banda ancha y al programa Escuelas Conectadas con inversiones importantes en fibra óptica, y eso nos permite tener un respiro", según la ministra de Educación. "Eso no quiere decir que no haya brecha, hay alguna no muy grande en porcentaje, pero ese porcentaje son algunos miles de alumnos y es preciso considerar esas anomalías y diferentes situaciones", apostilla.
Celaá ha avanzado que las comunidades autónomas están repartiendo 100.000 ordenadores portátiles que se encontraban sin uso en los clausurados centros educativos para facilitar la conexión de los estudiantes con menos recursos, y ha destacado iniciativas como la programación educativa que está emitiendo de lunes a viernes Televisión Española para paliar la interrupción de las clases presenciales.
"Estamos haciendo de la necesidad virtud", sostiene Celaá, que reivindica el programa Escuela 2.0 promovido por el expresidente socialista José Luis Rodríguez Zapatero como "el sustrato del avance del sistema educativo español en materia digital" que ha facilitado la enseñanza a distancia tras la declaración del Estado de Alarma.
Pero no todo el mundo comparte la satisfacción de Celaá con la situación de la Educación española en medio de la crisis del Covid-19. Cinco comunidades autónomas "han expresado discrepancias" en la aplicación del acuerdo sobre la evaluación del curso escolar anunciado este pasado miércoles tras la Conferencia Sectorial de Educación, y que incluía medidas como la promoción general de curso o que el tercer trimestre escolar sirva de repaso y refuerzo para evitar que la pandemia tenga un impacto negativo en los resultados académicos del alumnado. Según Celaá, el acuerdo tenía un "respaldo importantísimo", incluso "completo" de todas las regiones.
Madrid, Andalucía, Murcia y País Vasco y Castilla y León se han descolgado de la aplicación de este acuerdo de "carácter vinculante". Discrepan de que se puedan obtener títulos con suspensos, si así lo deciden las autonomía, o que en segundo de Bachillerato los alumnos puedan tener una calificación global, en lugar de una calificación detallada por asignaturas.Tampoco aceptan el hecho de que el tercer trimestre sirva sólo “de diagnóstico” y sin resultados académicos para el alumno, después del esfuerzo de profesorado y alumnos en el último trimestre con la educación a distancia.
La Comunidad de Madrid ha sido especialmente crítica con que se pueda titular en cuarto de la ESO, segundo de Bachillerato o bien obtener títulos de FP con materias suspensas. El País Vasco sí que valora positivamente el documento, pero tampoco lo firmará porque se trata de "orientaciones" y esta región trabaja en su "propio plan" para finalizar el curso escolar.
Las medidas tomadas por la Conferencia Sectorial de Educación tampoco son totalmente del agrado de Save the Children, ya que aunque las ve "adecuadas" en los objetivos, "pueden no serlo en la práctica, dada la falta de concreción normativa y de recursos así como de consenso con las comunidades autónomas, que serán quienes tengan que aplicarlas".
"Los acuerdos van en la buena dirección pero su eficacia está sujeta a que se concreten aún más y se dote de recursos al sistema educativo", afirma Catalina Perazzo, directora de Sensibilización y Políticas de Infancia de Save the Children. Perazzo celebra la la apertura de los centros en el mes de julio para actividades no lectivas, al considerarla un "estímulo" necesario después de un período de desvinculación del aprendizaje. Pero advierte de que para que este recurso llegue a quienes más lo precisan "será fundamental conectarlo con la evaluación de necesidades de aprendizaje de cada alumno y poner recursos suficientes".
La ONG aconseja además que la planificación para julio sea liderada desde las administraciones educativas en colaboración con los Ayuntamientos y que el Gobierno central dote a las autonomías de suficientes recursos a través de un programa de cooperación territorial.