Castilla y León aboga por la prudencia en la desescalada y no pisará el acelerador en el caso de Salamanca, Ávila, Segovia y Soria, por lo que la propuesta al Ministerio de Sanidad es que las mantengan en fase dos debido a dos razones fundamentales: la primera, su cercanía a Madrid, que fue el foco de la pandemia de coronavirus en España y que hoy, pese a la tendencia y "situación favorable general", --de acuerdo a las palabras del director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, Fernando Simón--, todavía se mantiene a la cabeza con respecto a los casos que se van diagnosticando. Sin ir más lejos, este jueves, de los 151 casos diagnosticados con fecha del día previo, 43 se han registrado en Madrid, mientras Castilla y León suma 19. Por otra parte, el segundo motivo por las cuales la comunidad autónoma apuesta por ralentizar ese avance hacia la nueva normalidad es porque tres de las provincias tienen datos epidemiológicos justos, por lo que solo se propondrá el paso a la fase tres para las demás, Burgos, León, Palencia, Valladolid y Zamora--, y sin movilidad entre provincias en ningún caso.
Esta última petición llega, no obstante, solo una semana después de que hayan saltado a la fase dos, y por eso además Castilla y León va a solicitar una restricción que afecte al ocio nocturno, según han detallado en una rueda de prensa posterior al Consejo de Gobierno el vicepresidente de la Junta, Francisco Igea, y la consejera de Sanidad, Verónica Casado.
Esta última ha precisado durante su intervención que, de las provincias que se pide mantener en la fase 2, todas, a excepción de Segovia, que es la que mejor está, tienen "los criterios epidemiológicos justos" y por eso conviene que esperen una semana más.
Además, ha detallado que la decisión es independiente de que Madrid haya decidido no pasar a fase tres a partir del lunes, y ha apelado a la cautela en esos territorios.
Francisco Igea, por su parte, ha explicado que se han puesto en contacto con los alcaldes de las cuatro capitales, lo que han conseguido salvo en el caso de Soria que estaba en sesión plenaria, y "todos han comprendido la decisión" y la propuesta.
El vicepresidente de la Junta ha sostenido que lo de ir más deprisa o más despacio es relativo y depende cómo se mida, ya que, a su juicio, es la prudencia la que les ha permitido ahora avanzar en buena parte de su territorio a fase dos, con lo que ha llegado más lejos.
"Cinco de las nueve provincias van a pasar a la fase tres antes de tiempo por la estrategia" adoptada en Castilla y León, ha defendido Igea.
En relación a los brotes que se están registrando en algunos territorios de España, incluyendo Madird, y preocupando especialmente el de País Vasco, Verónica Casado ha insistido en el mensaje de prudencia.
A este respecto, la consejera ha defendido que en el caso de las provincias que no avanzarán en la fase no se trata "de un castigo" para los ciudadanos de esas provincias que han guardado correctamente el confinamiento y las medidas de seguridad, sino "una medida de seguridad" para "no tener brotes, contagios o gente en las UCI".
Por este motivo, ha pedido "tener un poco más de paciencia, una semana más", y ha defendido que no hay tantas diferencias entre la fase dos y la tres en cuestión de movilidad, sino que afectan especialmente a cuestiones de aforo.