Un reportaje de la cadena de televisión noruega NRK sobre la okupación de viviendas en España ha descubierto a nuestros vecinos nórdicos una realidad que les espanta y asombra al mismo tiempo. Los reporteros siguieron la historia de los hermanos Lisbeth y Jørn Hokholt, residentes en Oslo pero que desde hacía años disfrutaban de una casa comprada por sus padres en la localidad malagueña de Caleta de Vélez.
Hace trece meses, los vecinos de Casa Elsa les llamaron para comunicarles que había gente viviendo en ella. Su primer impulso fue trasladarse a España y contratar un abogado, pero ahí comenzaron los problemas y su choque con la realidad judicial española.
Desatendiendo los consejos de su abogado, Lisbeth y Jørn Hokholt denunciaron el caso a la Policía con lo que entraron en el laberinto judicial del que han salido tras 13 meses de viajes y dos juicios perdidos.
El pasado mes de agosto cuando todo parecía que la vista definitiva se iba a producir, la falta de un abogado de juicio de los okupas volvió a retrasar el caso.
La nueva vista estaba fijada para noviembre pero unas semanas antes los okupas han abandonado Casa Elsa y Lisbeth y Jørn Hokholt han podido recuperarla.
Pero la sorpresa ha sido el estado en el que se han encontrado la casa: completamente destrozado y sin los muebles. El pequeño paraíso español convertido en un infierno de suciedad y destrozos.
El reportaje en la televisión noruega de su historia ha conmocionado a los miles de compatriotas con segundas residencias en nuestro país. Muchos de ellos han comenzado a vender sus viviendas y otros han contado a los medios de comunicación noruegos casos similares o peores.