La finca de Teo (A Coruña) donde fue asesinada Asunta Basterra a manos de sus padres, Rosario Porto y Alfonso Basterra, sigue sin encontrar un comprador seis años después de su muerte. Tampoco la propiedad de la madre de la menor en Vilanova de Arousa ha sido vendida.
El primer inmueble lleva desde el año 2013 sin encontrar un vendedor que puje por ella. Se trata de una finca de 400 metros cuadrados y protegida por un grueso muro de piedra. La vivienda dispone de cinco habitaciones dobles y baños y cuatro salones, así como de una piscina y una pista de pádel en el exterior. La finca llegó a tener un precio de venta de casi un millón de euros, pero ahora su valor es de 400 000.
Por su parte, la casa de Rosario Porto ubicada en Vilanoca de Arousa, donde la niña pasaba varias semanas de vacaciones, tampoco se ha vendido, según ‘El Correo Gallego’.
Asunta Basterra Porto, de 13 años de edad, murió por asfixia el 21 de septiembre de 2013 en la localidad de Teo (A Coruña). Aunque su cuerpo fue hallado en una zona forestal de Ferros un día después.
La misma noche de su muerte, sus padres, Rosario Porto y Alfonso Basterra, denunciaron ante la comisaría la desaparición de la menor. Pese a esto, la Guardia Civil siempre sospechó de sus tutores como posibles implicados en el crimen.
Las investigaciones determinaron que la causa de la muerte de Asunta había sido por asfixia pero descartaron que hubiera sido víctima de abuso sexual tras analizar las muestras de semen halladas en la camiseta que llevaba la menor cuando fue encontrada.
Sí confirmaron, meses más tardes, que la pequeña había ingerido durante meses una dosis "altamente tóxica" de un ansiolítico (al menos 27 comprimidos de Orfidal), suministrado por sus padres, que anulaba la voluntad de la menor, y que había sido asesinada en un lugar distinto al que apareció su cuerpo.
Solo unos días después del hallazgo del cadáver, los agentes detuvieron a Rosario Porto como presunta autora del crimen al encontrar ciertas incoherencias en sus declaraciones. Al mismo tiempo, familiares y conocidos de Asunta daban su último adiós a la niña en funeral celebrado en Santiago de Compostela.
Alfonso Basterra fue detenido solo un día después tras la reconstrucción de los hechos ante las autoridades en la casa de campo de la familia, una zona cercana a donde hallaron el cuerpo de la víctima y donde encontraron restos de cuerdas con la que se pudo cometer el asesinato.
Entre los posibles móviles del crimen destacaron dos hipótesis: la menor como la primera a la cola en la herencia de los abuelos maternos y que se había convertido en una molestia para sus padres adoptivos.
Finalmente, el jurado popular del caso de Asunta Basterra declaró en 2015 por unanimidad que los padres de Asunta eran culpables de su asesinato y de que existía “un plan conjunto” para llevar a cabo el crimen. Los dos están condenados en sentencia firme a 18 años de prisión.