El 12 de noviembre de 2015 Alfonso Basterra y Rosario Porto fueron declarados culpables del asesinato con el agravante de parentesco y la circunstancia específica de la alevosía y condenados a 18 años de prisión. Coincidiendo con el quinto aniversario de la muerte de su hija Asunta de 12 años, ambos podrán pedir sus primeros permisos penitenciarios, ya que han cumplido la cuarta pena de su condena.
Según Instituciones Penitenciarias, los presos pueden pedir permisos penitenciarios si cumplen los siguientes requisitos: Ser un preso clasificado en segundo o tercer grado; tener la cuarta parte de la condena cumplida: no tener mala conducta; contar con el visto bueno de la Junta de Tratamiento de la prisión y tener la autorización del juez de Vigilancia Penitenciaria.
Los internos clasificados en 2º grado pueden disfrutar de un total de 36 días al año de permisos y los clasificados en 3º grado de 48, siendo siete días el tope máximo de duración de cada permiso.
Los padres de Asunta Basterra denunciaron su desaparición el 21 de septiembre de 2013. Un día después dos hombres hallaron el cuerpo de la menor en una pista forestal de Teo con evidentes signos de violencia. Su madre, Rosario, fue detenida el día 24. Las cámaras de televisión grabaron numerosas imágenes de la mujer durante los registros de una finca familiar, en la que ella no se veía demasiado afectada. El padre, que también estuvo presente durante la reconstrucción, fue detenido justo después.
Dos años más tarde, la pareja fue condenada por el asesinato de su hija, una niña a la que adoptaron en China con menos de un año.