Contra reloj se trabaja para retirar los trenes siniestrados en Sant Boi de Llobregat y poder restablecer hoy el tráfico ferroviario en la línea afectada. La principal dificultad ha sido retirar los restos, sin dañar la catenaria. Se ha tenido que cortar el vagón del tren de mercancías que descarriló y se incrustó en la cabina del tren de pasajeros.
Las tareas para despejar la vía están siendo muy complejas. Impresiona ver cómo quedó la cabina del maquinista muerto en el accidente de tren de Barcelona. Los operarios despiezan los vagones afectados y los van retirando a trozos.
Quienes viajan en el tren abandonan los vagones cuentan cómo fue el impacto. “Fue seco. Un pum, muchas personas cayeron al pasillo”.
Los investigadores revisan las cámaras de la estación y las analizan las cajas negras que, como la de los aviones, “registran toda la actividad de los minutos anteriores al accidente”.
El tramo en el que ocurrió el siniestro estaba en mantenimiento. La velocidad se había reducido de manera temporal de 60 a 30 kilómetros por hora. “Algo debía ocurrir en la vía para que estuviera esa limitación ahí puesta”, cuenta un operario.
La Generalitat de Cataluña, encargada de la gestión, niega que hubiera habido advertencias de peligrosidad en la zona. Se espera que las vías de Sant Boi queden operativas muy pronto.