En Tenerife, hoy la búsqueda de las pequeñas Anna y Olivia se va a centrar en el coche y la lancha que pudo usar su padre, Tomás Gimeno.
Los perros rastrearán palmo a palmo los dos vehículos. Ayer, durante tres horas, estuvieron trabajando en las inmediaciones de la casa. Los investigadores hicieron catas en el terreno y se fijaron, especialmente, en un punto en el que la arena estaba removida. El objetivo es analizar los 2.000 metros cuadrados que tiene la parcela.
Ayer fue la quinta vez que la Guardia Civil registra la vivienda de Tomás Antonio G.C., donde supuestamente estuvo con sus dos hijas apenas hora y media antes de que las cámaras de seguridad de la Marina de Tenerife, en el puerto de Santa Cruz, lo grabaran entrando solo con su coche en estas instalaciones.
Allí, un vigilante de seguridad lo vio descargar en su embarcación varias maletas y bolsas.
Tras una primera incursión en el mar, la Guardia Civil lo propuso para sanción por infringir el toque de queda, entonces fijado en Tenerife a las 23.00 horas, y en la inspección de la lancha no vio nada sospechoso.
Por entonces la madre aún no había denunciado la desaparición de las niñas. Luego, el padre se hizo otra vez a la mar y se le perdió definitivamente el rastro. Su embarcación fue localizada horas más tarde, vacía y a la deriva, frente al Puertito de Güímar.
En las inmediaciones, el dispositivo de búsqueda encontró flotando en el mar una silla de retención infantil perteneciente a una de las niñas.
La Guardia Civil tiene previsto incorporar en breve a las labores de búsqueda en el mar un sonar y un robot submarino cedidos por el Instituto Español de Oceanografía.
Aunque para la policía la hipótesis del asesinato de las niñas desaparecidas en Tenerife cobra fuerza, Beatriz, la madre de las menores, no pierde la esperanza. En un nuevo mensaje en Instagram ha pedido que “no se pare de compartir las imágenes” de Anna y Olivia.
“La perseverancia y continuidad es lo que logra finalmente resultados” ha afirmado Beatriz la madre de Anna y Olivia, las niñas desaparecidas junto a su padre, Tomás Gimeno, en Tenerife.
Agotada y desesperada, Beatriz ha compartido en redes cómo se siente y pide a la gente que, por favor, el caso de sus hijas no caiga en el olvido.
“Ya no me salen casi las palabras ... yo también quiero desaparecer ... ya no tengo fuerzas... esto es una tortura... Pero no podemos rendirnos... las niñas me necesitan y yo a ellas... lo que más me duele es pensar que no puedo saber cómo están... no poder hablar... no saber cuándo las voy a ver... Por favor no paremos de compartir las imágenes por todo el mundo ... no olvidemos que la perseverancia y continuidad es lo que logra finalmente los resultados.. Sé que todos tienen sus vidas, sus problemas y que seguir escuchando cosas tristes les pondrá más tristes... pero se imaginan que gracias a todos los esfuerzos las encontremos? Todos juntos podemos si actuamos como una gran familia ... De corazón les doy las gracias por seguir cada día compartiendo las imágenes por todo el mundo.. Gracias Gracias Gracias”.