En Tenerife continúa la búsqueda de las dos pequeñas desaparecidas, al parecer secuestradas por su padre, Tomás Gimeno, desde el pasado 27 de abril.
Tras 19 días sin rastro de las pequeñas Anna y Olivia, la Guardia Civil ha decidido centrar a partir de ahora el rastreo en el mar, aunque todas las hipótesis están abiertas.
El análisis de los trayectos del tráfico marino la noche del 27 de abril y la madrugada del 28 deja sin fuerza la hipótesis de que alguna embarcación le diese cobertura, deteniéndose en las inmediaciones donde quedó a la deriva la lancha de Tomás Gimeno, a 37 kilómetros de la costa de Tenerife, según recoge El Mundo.
Además, tampoco hizo ninguna llamada a posibles cómplices después de hablar por última vez con Beatriz, la madre de las pequeñas, a la 01:30 de la madrugada.
Mientras, en tierra se investiga si Tomás hizo acopio de ropas de las niñas y juguetes, por eso otra línea de investigación es que no llegaran a salir nunca de Tenerife, y por otra parte, la orden internacional se mantiene.
Beatriz Z., la madre de las niñas desaparecidas y que este viernes cumplió 35 años, sigue creyendo que se ha llevado a sus pequeñas a algún país. A esto se aferra la madre, que ayer, el día de su cumpleaños compartió una estremecedora carta.
"No se pueden imaginar lo que siento cada día que pasa, la incertidumbre de no saber cómo están, la incertidumbre de saber si están bien, la rabia de que ellas tengan que sufrir esta locura cuando son dos angelitos", señala Beatriz en una carta que ha colgado en las redes sociales.
En el escrito Beatriz señala que todos los sentimientos mezclados "cada día lo hacen más difícil".
"Pero están ustedes. El mundo. No permitamos que estas cosas puedan suceder", añade la madre de las niñas, que reconoce que anda con miedo sobre qué decir y qué escribir por las repercusiones que pueda tener respecto al padre.
"Pero ¿Qué hago?", se pregunta al tiempo que señala que todas esas incertidumbres son muy duras. "Por eso les pido a todos ustedes de corazón que me ayuden a encontrarlas. Yo nunca voy a parar porque mi vida no tendría sentido", añade.
La madre de las niñas desaparecidas concluye la carta con un mensaje dirigido a sus hijas: "Olivia y Anna. las adoro mis niñas preciosas y voy a estar fuerte por ustedes porque me necesitan fuerte"