Pese a las cada vez mayores restricciones frente a la pandemia de coronavirus y a los llamamientos constantes a la responsabilidad, las calles de algunas ciudades han vuelto a llenarse esta noche de botellones y encuentros, especialmente en Barcelona. Parece que no hay manera de que el mensaje de prudencia cale en algunos.
La fiesta en Barcelona no descansa. La rutina de cada noche se cumple cuando la Barceloneta se convierte en la anfitriona de los botellones. “Cuando cierran los bares y discotecas, nos venimos aquí”, ha admitido un joven.
Los policías intentan desalojar sin mucho éxito. Mientras, la incidencia sigue subiendo, las camas de hospitales llenándose de gente joven y las autoridades esperan el permiso de la justicia para decretar el toque de queda nocturno.
Málaga no es menos. Una vez los bares cierran, algunos se preguntan dónde continuar la fiesta. Otros lo tienen claro: “Nos vamos al piso de alguien”.
En el otro lado de la moneda está Madrid. La noche ha sido más tranquila en la capital que, como cada verano, la se ha quedado vacía ofreciendo imágenes de plazas casi desiertas.
En Alicante apuestan por un ocio responsable. “Cuando cierran nosotros nos vamos a casa”, cuenta una chica que disfruta la noche con moderación.
En Salamanca también apuestan por la moderación debido a la situación actual. “Es que es todo un desastre”, admite un vecino que señala que hay que saber parar. “Yo creo que la actitud que tenemos hay que moderarla, si queremos poner fin a la pandemia la pandemia”.