Olas gigantescas destrozando viviendas situadas en primera línea de playa; calles convertidas en torrentes que arrastran todo a su paso; establecimientos, casas y negocios inundados; paseos marítimos destrozados; playas engullidas por el agua; puentes partidos en dos por la inclemencia del temporal; ríos desbordados; desprendimientos y carreteras destruidas o cortadas; familias desalojadas y vecinos incomunicados… Son solo algunas de las consecuencias del paso de la despiadada borrasca Gloria, –la séptima de la temporada y la primera de 2020–, que se ha cobrado ya 13 víctimas mortales confirmadas, además de dejar cuatro desaparecidos. Y se teme que las cifras se eleven.
Sin dar tregua, Gloria no ha dejado de causar estragos, irrumpiendo con especial intensidad en el Levante, y sobre todo en el litoral catalán. Una de las imágenes que reflejaban su poder de destrucción era la del emblemático Pont del Petroli (Puente del Petróleo) de Badalona, literalmente partido en dos.
Gloria ha aunado lluvias, viento, granizadas y nevadas para golpear cada región en que ha hecho acto de presencia. En Cataluña, el municipio que más agua ha recogido ha sido Arbúcies, con más de 315,3 litros por metro cuadrado, dejando estampas tan insólitas como impactantes, con cataratas en el curso de la riera.
En el Delta del Ebro, los daños han sido catastróficos. El agua ha arrasado con kilómetros y kilómetros de playa y numerosas tierras de cultivo, de arrozales, han quedado completamente inservibles provocando cuantiosas pérdidas. Gloria ha provocado “un temporal marítimo sin precedentes”, –tal como ha reconocido la AEMET–, dejando ver las dificultades a las que se puede enfrentar en el futuro la costa mediterránea ante un mar que quiere recuperar lo que es suyo.
Enfurecidas, las aguas han alcanzado azoteas en las primeras líneas de playa, arrancando todo cuanto encontraban a su paso, destrozando distintos paseos marítimos, derribando diques, muros, señales y viviendas. También el viento, que ha soplado con gran fuerza en numerosos puntos, ha hecho estragos, llegando a derribar incluso estatuas, como la de David y Goliat en Barcelona.
En la Comunidad Valenciana, por su parte, la borrasca ha dejado olas que no se veían desde hace 100 años, pulverizando todos los récords en un mes de enero: récord de rayos, con más de 3.035 descargas; de lluvias, con 432,7 litros por metro cuadrado, –un registro para el que no hay datos similares en un mes de enero, según la AEMET–; de nieve acumulada, con hasta 80 centímetros de espesor en algunos metros; y de olas, con muchas de ellas superando los ocho metros de altura.
La Comunidad Valenciana ha sido, de hecho, la más golpeada por la tragedia. Este miércoles, se confirmaban tres muertes como consecuencia del temporal: un indigente de 49 años que fallecía por hipotermia en Carcaixent, Valencia; una mujer, hallada entre los escombros tras desplomarse un edificio en Alcoi, Alicante; y un hombre de 67 años, hallado sin vida tras estar desaparecido desde el lunes cuando salió de una caseta en Callosa d’En Sarrià, en la Marina Baixa.
Así mismo, se investiga el fallecimiento de un hombre en Moixent, Valencia, cuyo cuerpo sin vida fue hallado sobre la nieve, cerca de su vivienda. Se espera a la autopsia para confirmar si murió o no por culpa del temporal, lo que podría elevar el trágico balance.
Por otro lado, a última hora de la noche de este miércoles Protección Civil de Cataluña confirmaba el hallazgo del cuerpo sin vida de un hombre, muerto al caer al mar en el puerto de Palamós, constituyendo la primera víctima mortal confirmada en la comunidad autónoma por culpa del temporal.
También en Cataluña, se ha confirmado la mañana de este jueves la muerte de un vecino de Jorba (Barcelona) que desapareció tras coger su coche, otro en Cabacés, Tarragona, y un tercro en Calafat; la cuarta víctima confirmada en la comunidad autónoma y la 13 en España.
Así mismo, Andalucía tampoco se ha librado de sufrir a la borrasca Gloria, que se ha cobrado en Almería la vida de dos personas: un hombre que murió el pasado lunes cuando dormía en un parque de Almería, y que finalmente se ha confirmado que falleció por hipotermia, y un agricultor, que murió atrapado tras desplomarse el invernadero en el que trabajaba debido al temporal de granizo en Níjar.
Sus muertes se suman a las contabilizadas en la jornada anterior: un hombre atropellado en Asturias cuando ponía las cadenas a su vehículo; otro varón que murió golpeado por una teja en Pedro Bernardo, Ávila; y una mujer, muerta por hipotermia en Denia.
Por otro lado, cuatro personas permanecen desaparecidas, a la espera de que los distintos operativos de búsqueda se retomen este jueves. Se trata de un hombre que hacía barranquismo en Mallorca; un marinero filipino desaparecido en Palamós, Girona, que fue arrastrado por el mar cuando intentaba amarrar el barco en el que trabajaba; y dos personas en Ibiza.