Beatriz Zimmermann, la madre de Anna y Olivia, las dos niñas asesinadas por su padre en Tenerife a finales de abril, ha alertado de que los menores están "desprotegidos" ante la violencia machista "y no pueden pedir ayuda".
"Mis pequeñas estuvieron indefensas ante tal monstruosidad", ha relatado por boca del presidente de SOS Desaparecidos, Joaquín Amills, quien ha leído una carta en la apertura de la jornada sobre violencia vicaria organizada por la Diputación del Común en el Parlamento de Canarias.
Así, ha detallado que tras su experiencia personal se replantea "muchas cosas" porque los niños necesitan "más herramientas" para pedir ayuda en caso de sufrir o contemplar episodios de violencia porque siempre la situación "empeora" en los hogares y el maltratador hace lo que mejor sabe, "abusar en su zona de confort".
Ha pedido ser "menos tolerantes y más radicales" a la primera falta de respeto porque "el respeto lo es todo" y es muy difícil de recuperar cuando se pierde, pero en el caso de los niños, ha destacado que "están indefensos y son vulnerables" y sus padres son "un ejemplo" para ellos a quienes tienen que obedecer.
Beatriz Zimmermann ha comentado que "al principio tenía miedo" de separarse de su pareja por si esa situación afectaría a las niñas al no poder verlas todo el tiempo "pero a la larga" pensó que "era mejor crecer en un ambiente donde reinara la paz y el amor", y eso "era imposible" en una convivencia con Tomás Gimero porque no le respetaba.
"Pensé que era buen padre y me equivoqué totalmente, nadie pensó que Tomás podía hacerles algo, todo el mundo creía que era un buen padre, y eso es lo preocupante", ha detallado, lamentando también que muchos maltratadores le hacen "juegos psicológicos" a los niños para ganarlos para su causa.
Ha comentado también que gran parte de los maltratadores "abusan de lo que pueden", porque son violentos o quieren "sentirse más importantes", pero de cara al exterior "quieren parecer buenos padres", por lo que ha pedido "aliarse" con los niños maltratados para que "sientan que no son suyos".
"Perder su custodia y ser la vergüenza de la sociedad les preocupa mucho", ha subrayado.
En la misiva, la madre de Olivia y Anna ha resaltado que "ser padres no significa que se pueda hacer lo que quiera con los niños" pues "no son de nadie" y necesitan tener más derechos y estar más protegidos.
En esa línea, ha comentado que los niños "son presente y futuro" y hay que darle "más importancia" a su educación porque erradicar la violencia "es muy difícil de la noche a la mañana" pero para el futuro "es más fácil" si se empieza por los niños y que "no vean como algo normal el maltrato".
Por ello, ha demandado más profesionales en el tratamiento de los menores porque si se saben acercar a ellos "se darán cuenta si los niños sufren en las casas". "Podemos hacer mucho por marginar a los maltradores", ha comentado.
Amills, que ha leído algunos de los casi 200 dibujos que enviaron niños a Beatriz, ha comentado que encontrar a Olivia "fue un regalo de la vida" para "gritar basta ya" y que los niños no sean utilizados como herramienta para causar dolor a las madres.
Ha apuntado que Anna y Olivia "han dejado un legado" y es responsabilidad de todos "seguir avanzando" en la igualdad y dejando atrás la guerra entre hombres y mujeres.
"Estamos obligados para que estos casos no se repitan", ha señalado, reivindicando más educación, prevención y formación para "poner freno a esta lacra" y que "no se normalice el maltrato".