Las bandas latinas utilizan las redes sociales para captar a nuevos pandilleros, entre los que cada vez hay más menores de edad: de entre 13 y 14 años. Tik Tok e Instagram son algunos de los canales para enrolar a nuevos miembros, entre los jóvenes, que no saben realmente qué hay detrás de estos grupos violentos y lo que puede ocurrir cuando dejan el mundo virtual y salen a la calle.
Con la pandemia y el obligado confinamiento, las bandas latinas saltaron de los parques y las plazas a las redes sociales, que se han convertido en el caldo de cultivo para los nuevos integrantes de las pandillas juveniles. Las más activas en Madrid, Los trinitarios y los Dominican Dont Play.
Se reconocen con símbolos, como los trinitarios que se identifican con un corazón verde. En redes es fácil identificarlos en cuentas en las que se lee frases aparentemente inocentes, como "yo sí ando solo ando con los míos", pero que significa la exclusión del otro, que no pertenezca a su mundo marginal.
En el mundo virtual delimitan y marcan sus territorios convirtiendo la ciudad en un espacio peligroso para los que no se identifiquen como ellos y para las bandas rivales. Los Dominican don´t Play se identifican con un corazón negro y sus iniciales, DDP. Desde sus cuentas mandan mensajes amenazadores a sus rivales.
Al margen de este mundo virtual de amenazas y criminalidad, existe el espacio real, donde cometen crímenes, andan armados con machetes buscando pelea y matando. No son únicamente jóvenes latinos y entre sus miembros hay españoles, magrebíes y otros originarios de países de Europa del Este, según la Policía que tiene un departamento de investigación especializado en las bandas latinas. Jóvenes, que viven en ambientes marginales con la cruda realidad del desempleo y la falta de una perspectiva de futuro.
La Policía alerta de que cada vez hay en las bandas latinas más menores de edad: de entre 13 y 14 años. Las cifras oficiales de pandilleros en Madrid ya superan los 400, aunque los simpatizantes podrían estar por encima del millar.