El 96% de las personas con cáncer y sus familias han encontrado dificultades para pedir una baja laboral
El 70% de los pacientes cree que sus empresas no tienen "comprensión"
El Grupo Español de Pacientes con Cáncer (GEPAC) ha presentado un informe donde denuncia los graves problemas que se encuentran los enfermos de cáncer cuando tienen que reincorporarse a su puesto. Pilar luchaba contra su cáncer de estómago cuando decidió volver a trabajar en el salón de belleza, pero al poco tiempo la despidieron. Sin empleo, la enfermedad acabó por dejarla sin casi nada, arrancándole sus ilusiones. Rafael, con cáncer de glándulas sebáceas, y como el 70% de los pacientes, sufre ese miedo a la falta de comprensión de las empresas mientras continúa la enfermedad.
Dudas y problemas a los que también se enfrentan padres y madres como Begoña. Su hija Carmen padece un tumor en la cabeza pero le es imposible cogerse una baja laboral. El 96% de los familiares denuncia la falta de ayudas para atenderlos o acompañarlos en sus tratamientos. Los sanitarios también se unen a esta denuncia para que nadie les dé la espalda.
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El 70% cree que las empresas no le convencen
El 70 por ciento de los pacientes con cáncer considera que "no hay comprensión" por parte de la empresa frente a la situación de su enfermedad, según se recoge en una encuesta a diferentes hospitales, sociedades científicas, pacientes, asociaciones de pacientes y población en general realizada por el Grupo Español de Pacientes con Cáncer (GEPAC). Además, el 96 por ciento de las personas con cáncer y sus familias afirman haber encontrado dificultades para pedir una baja laboral por su enfermedad o para cuidar a un familiar que se encuentra atravesando un proceso oncológico.
El objetivo principal de esta investigación, que se ha presentado con motivo del Día Mundial del Superviviente en Cáncer, se ha centrado en conocer la percepción de la población con respecto a distintos aspectos que conciernen al cáncer, así como sus opiniones frente a distintas áreas y aspectos de esta enfermedad. La muestra analizada para está compuesta por 3.001 personas, separadas en diferentes grupos de población: pacientes que tienen o tuvieron cáncer, cuidadores, familiares y amigos de pacientes, profesionales sanitarios y personas sin ninguna experiencia con el cáncer.
De acuerdo con sus respuestas, el 96 por ciento de las personas con cáncer y sus familias afirman haber encontrado dificultades para pedir una baja laboral por su enfermedad o para cuidar a un familiar que se encuentra atravesando un proceso oncológico. "Los familiares lo tienen difícil no, lo siguiente, para pedir una baja laboral. Más que los pacientes", ha lamentado la presidenta de GEPAC, Begoña Barragán, en la presentación del informe, que se ha celebrado en la sede del Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos (CGOCF).
Además, la mayor parte de las personas encuestadas considera que un paciente o superviviente de cáncer tiene "dificultades", tanto sociales como psicológicas, a la hora de reincorporarse al mundo laboral. Asimismo, afirman que han encontrado "limitaciones" para realizar el mismo trabajo que hacían antes de ser diagnosticados. "Es muy difícil demostrar ese parón en el currículum vitae por el cáncer. Hay que hacer algo para que no haya repercusiones en las empresas. Somos perfectamente válidos y podemos trabajar como cualquier otra persona tras superar la enfermedad", ha reivindicado Barragán.
Problemas para acceder a los medicamentos
En cuanto a acceso a tratamientos, el 54 por ciento de los pacientes y familiares encuestados considera que existe inequidad en función del "código postal" para tener disponibles estos medicamentos. Algunos profesionales sanitarios también reconocen este tipo de problemas en la encuesta, algo que refuerza la opinión de GEPAC, según su presidenta.
"El acceso a los tratamientos es fundamental para garantizar la equidad nacional, no por códigos postales. No se pueden generar más problemas a los pacientes", ha sostenido el presidente del CGCOF, Jesús Aguilar. La dirigente de GEPAC también ha apoyado su proclama: "Exite inequidad en el acceso. Independientemente del código postal, no importa dónde yo viva, queremos el mismo tratamiento". En este contexto, ha apoyado las donaciones de material de radioterapia y diagnóstico realizado por la Fundación Amancio Ortega. "Cualquier ayuda es bienvenida. Ojalá muchas más como esta", ha comentado.
El peligro de las terapias alternativas
Por otra parte, el 57 por ciento de aquellos que no tienen experiencia con el cáncer piensan que los profesionales sanitarios sí que informan en consulta de las diferentes terapias alternativas. Sin embargo, los riesgos de sustituir los tratamientos por este tipo de terapias es algo que, bajo el punto de vista de los pacientes (61%), no se informa lo suficiente en consulta, algo que contrasta con la idea de los propios médicos: un 82 por ciento asegura que sí lo hacen.
El mayor porcentaje de la población coincide en que ninguna dieta puede ser sustitutiva de los tratamientos médicos oncológicos. "Somos totalmente contrarios a estas terapias y nos preocupa muchísimo que se usen en sustitución de los tratamientos convencionales", ha recordado la presidenta de la asociación de pacientes.
Barragán ha lamentado, en cambio, que existe un "gran desconocimiento" por parte de la población sobre los profesionales que conforman un equipo multidisciplinar en cáncer (médicos, enfermeros, nutricionistas, trabajadores sociales, psicooncólogos, fisioterapeutas, etc.). El 57 por ciento de los pacientes encuestados asegura que no ha sido informado por su médico sobre el soporte de otros profesionales y solo el 53 por ciento de ellos ha contado con un equipo multidisciplinar durante su proceso oncológico.
A pesar de ello, la mayor parte de grupos poblacionales encuestados considera útil recibir ayuda de otros expertos de la salud, con un acuerdo del 99 por ciento. Para todos resulta "fundamental" el apoyo psicológico, seguido de Enfermería y Nutrición desde el diagnóstico de la enfermedad.
Por último, los encuestados piensan que el papel de las asociaciones en el ámbito oncológico es "imprescindible", pero únicamente los pacientes (66%) participan en ellas, seguidos de los familiares y cuidadores (27%). Las personas con cáncer y sus familias señalan las necesidades psicológicas como las más imprescindibles, en un 55 y un 50 por ciento, respectivamente. Las personas sin experiencia con la enfermedad y los profesionales sanitarios puntúan en el primer lugar las necesidades sociales.