La llegada del buen tiempo propició el avistamiento de rorcuales tropicales a las costas del archipiélago canario. Esta especie de ballena, que generalmente se encuentra en aguas cálidas y subtropicales, no se veía en las islas desde hace siete años. Los expertos vinculan estas nuevas costumbres al cambio climático y a la sobrepesca, ya que los cetáceos buscan zonas ricas en bancos de peces.
Los rorcuales tropicales, una especie de cetáceos de hasta 15 metros que esta primavera ha estado en aguas del archipiélago canario más de lo común, normalmente "están de paso, lo que pasa es que muchas veces cuando pasan por aquí encuentran alimento y se quedan varios días, incluso, semanas", explica Sergio Hernández, patrón y propietario de Bonadea II.
Se alimentan, entre otros, del pez trompetero. "Van bancos muy grandes de peces y los animales pues aprovechan para comer. También pueden comer chicharros, sardinas, caballas, un poquito lo que son peces de pequeño tamaño de superficie", dice Hernández.
La parada, más larga de lo habitual, no ocurría desde 2014, pero ¿a qué se debe? "Seguramente a temas de cambio climático en el que hay muchos años que aparece más comida que otro", responde Hernández.
Su visita es un espectáculo para los sentidos. "Lo primero que ven es el chorro de agua que echa el animal cuando respira que es un chorro de agua de 3 o 4 metros", afirma el experto. Es algo que ocurre en muy pocos lugares del mundo, entre ellos, España.