Gloria Martínez Ruiz acaba de cumplir este mismo fin de semana 47 años. Desde hace 30, nada se sabe de ella. Es la más antigua de una lista activa de 58 menores desaparecidos en España, incluidos, son la mitad, menores extranjeros no acompañados. El caso más reciente, Héctor, ha sido localizado en muy pocas horas. Es lo que ocurre con el 90% de las denuncias y con más del 99% de los que se acaban confirmando, más de 5 al día.
"Todas las búsquedas, todas las desapariciones de los menores de edad son consideradas de alto riesgo", nos explica Lucía Tejero Ruiloba, de la fundación ANAR, la coordinadora del teléfono 116000, el número para menores desaparecidos, el mismo para toda Europa. Es gratuito, confidencial y no deja rastro en la factura, aunque hay que borrarlo del historial de llamadas.
"Cuanto más tiempo dejemos pasar, más difícil o más dificultamos la búsqueda", por lo que no es necesario esperar 24 horas para denunciar. Al revés. Y a esa línea especial puede llamar cualquiera, familiares o los propios niños. Incluso, si lo sospechan, antes de que se dé la desaparición, porque lo más habitual, el 60%, son fugas. Y prácticamente todas de adolescentes, aunque cada vez más jóvenes.
"Muchas veces lo tenemos asociado a una rebeldía, pero no siempre es así", apunta Tejero, "Hay ocasiones en las que se fugan por una situación de riesgo o una situación de maltrato que están sufriendo en casa. Y luego es posible que al fugarse se pongan en riesgo, que se vayan con compañías no adecuadas".
Aún dolorosos son los casos criminales o no resueltos, que son mínimos. Los más comunes, las sustracciones parentales. Es lo que ocurrió con las niñas de Tenerife. Anna sigue desde hace 9 meses como desaparecida. Es la más jovencita de todas las pendientes. El hilo de esperanza que nunca se pierde.