La limpieza y el orden afectan a tu estado de ánimo. Una casa en la que todas las habitaciones están bien organizadas y limpias hacen que te sientas mucho más tranquilo y relajado. Si vives rodeado de caos y suciedad, tu estrés acabará afectando a tu vida diaria de una forma u otra. Por eso, El Mueble ha elaborado una lista con 12 consejos indispensables.
"Hay una razón, y es simple. Si dejamos de lado las tareas domésticas imprescindibles, el desorden, la suciedad y la acumulación crecerán sin remedio, influyendo negativamente en nuestro estado de ánimo", asegura Glòria Planas, de @gloriaorganitza. Para ello, debemos identificar los hábitos diarios, y cuáles son innegociables para nuestro bienestar. "Concienciarnos de su importancia, y actuar con proactividad nos ahorrará energía, tiempo y dinero".
El cambio de armario es uno de los momentos más temidos, menos para las expertas en orden. ¿Su secreto? "Cada vez que hacemos la colada o revisamos un cajón identificamos alguna prenda dentro de estas tres categorías (prendas viejas, rotas o que ya no nos valen), sencillamente, no la guardamos. ¿Mi consejo? Tener a mano un contenedor de donación y, si la prenda está muy mal, nos deshacemos de ella de inmediato", asegura Glòria.
Un error. Y sin duda, uno de los más cometidos. Lavamos la ropa, la tendemos y luego pasamos semanas sin plancharla. Y no lo decimos nosotras, así se lo ha confesado una de las clientas de Glòria Planas: "Tardo un par de horas en lavar la ropa, otra hora en secarla en un día soleado, pero tardo una semana para plancharla, con la agravante de que vuelvo a plancharla al usarla porque la ropa nunca llega al armario". Sin duda, esto no lo haría nunca una experta en orden y limpieza. "Aplazar un quehacer diario, indispensable, nos llevará a un resultado negativo", advierte Glòria.
"No destinar una zona de la casa a guardar los productos y utensilios de limpieza", afirma Pia Nieto, de @piaorganiza y autora del Manual para organizar tu casa. Para mantener una casa limpia es indispensable tener ordenados los productos de limpieza. Para lograrlo, destina un armario o una parte de él para guardar todos los utensilios de limpieza como bayetas, escobas, paños y demás –de forma clara y ordenada– donde cada objeto tenga su sitio. Además, siempre que quieras encontrar algún producto en especial sabrás dónde lo has guardado y lo encontrarás fácilmente.
Lo mismo sucede con la zona de lavandería. Si tienes espacio suficiente en casa (sabemos que no todo el mundo se lo puede permitir), vale la pena crear una zona específica para hacer la colada. Coloca la lavadora y secadora lo más cerca posible y utiliza alguna balda o cajón para guardar los detergentes y jabones de textiles.
"Lanzarme a limpiar materiales sin tener suficiente información, por ejemplo, la madera, el microcemento, el Silestone, el Corian, el cobre, etc., porque podemos estropearlos. Siempre hay que preguntar a los profesionales", dice la experta. Suele pasar y es algo que jamás harían las expertas en orden y limpieza. Primero hay que conocer bien el material, informarnos sobre cómo hacerlo, y luego proceder a su limpieza.
Una experta de orden y limpieza nunca diría la conocida frase de "esto lo dejo para después" o "esto lo limpiaré mañana". La limpieza tiene mucho que ver con la responsabilidad y la disciplina mental: no dejes para mañana lo que puedas hacer hoy. Ciertos hábitos nada más levantarse y antes de acostarse evitan que la suciedad y el caos se extiendan por tu casa. ¡No más excusas!
"Todo lo que dejemos concluido antes de irnos a dormir hará que no nos despertemos pensando en que tenemos tareas pendientes por terminar", afirma también la experta en orden Cristina Muñoz.
Está bien organizar la casa, pero tampoco hay que pasarse, y comprar cajas que realmente no necesitamos. Es algo que las organizadoras profesionales como Pía Nieto nunca haría: "tener miles de cajitas para todo, ¡error!". Aunque visualmente ayuda, no debemos sobrecargar los armarios del dormitorio, despacho o cocina de cajas y contenedores. A pesar de que las prendas de ropa, por ejemplo, queden mucho más organizadas, no los uses para nada más que para lo indispensable.
Piensa que una cosa es utilizar cajas en un trastero, donde es importante guardar las cosas cerradas y bien etiquetadas, y otra muy distinta es el día a día de una cocina, vestidor o zona de trabajo, donde debes alcanzar todo de forma accesible y rápida.
Colocar algunos objetos de decoración encima de los muebles da un toque muy informal, pero cuidado; sin embargo, no debemos ponerlos encima de los armarios altos, como los de la cocina: cuesta mucho acceder a esa zona y no se limpia con frecuencia, por lo que acaban siendo un foco de suciedad y polvo.
Por ello, recomendamos colocar los objetos decorativos en lugares de fácil acceso y donde sea más sencillo limpiarlos o bien levantarlos para limpiar el estante. Además, los invitados podrán apreciar estas piezas de mejor forma, mientras que en los muebles altos seguramente ni se fijarían.
Dejar recogidas todas las zonas de la casa –o la mayoría– es crucial. Una experta en orden nunca las dejaría llena de cosas. "Son pequeños gestos que te llevan apenas 10 ó 15 minutos, sin embargo, con un gran efecto, ya que salir de casa con la casa recogida y limpia hará que empieces con buen pie tu día. Irás con la mente más clara lo que te permitirá organizar mejor todas las cosas que debes hacer en el día", afirma Cristina Muñoz, organizadora de espacios y creadora de ordenyespacios.com
Una buena limpieza no está reñida con tener más productos. Para Pía Nieto, es todo un error contar con "productos para todo". "El caso de los desinfectantes del cuarto de baño y de la cocina; solo tendría uno para todo. Lo mismo en el caso de los quitagrasas; uno para todo", afirma.
Tampoco las expertas suelen acudir a los productos de moda, o al menos, no siempre. Pía Nieto no es muy partidaria de hacerse con productos de moda "que no sabemos si los necesitamos o no". Por ejemplo, "determinados jabones o quitamanchas que parece que sirven para todo".
Si hay algo que cambia completamente el dormitorio, es hacer la cama. "Además, considerando el volumen que ocupa una cama, que es la pieza reina de la estancia, tener la cama hecha es tener más del 50% de nuestra habitación en orden. Esto te anima a querer tener el resto recogido y ordenado. En resumen, si la habitación se ve mejor, tú te sientes mejor", aclara Cristina Muñoz.