El presunto asesino de Rosa en Sant Joan Despí ya había sido denunciado por una pareja anterior por malos tratos. Una vecina que a diario escuchaba las peleas ha contado el horror que vivía Rosa. “Cada día era un infierno, cada día las mismas discusiones, con la niña llorando...”. Esta mujer asegura que en una ocasión llamó a la policía pero al final nadie ha evitado la tragedia.
La pareja de Rosa quería huir. Sabía a lo que se enfrentaba porque, según fuentes policiales, ya había sido denunciado por otra pareja anterior por malos tratos. La policía lo encontró en el aeropuerto de El Prat, en un mostrador de Iberia comprando un billete.
Ayer los vecinos de Rosa, de 45 años, lloraban su muerte. Una muerte que quizás se podría haber evitado. Una vecina, que vive pared con pared, contó ayer que las peleas eran rutina. “Era cada día llegar y un infierno. Cada día las mismas discusiones, con la niña llorando…”. En una ocasión llamó a la policía pero Rosa no quiso denunciar.
A sus 45 años es la séptima mujer asesinada por su pareja o expareja este año en España. Su hija, víctima también, se ha quedado huérfana de madre.