Erin Hathaway, estudiante de enfermería de la Universidad de Manchester que ejerce su profesión en Blackpool, al noroeste de Inglaterra, expresó su dolor y su angustia a través de las redes sociales después de que el hospital en el que trabaja turnos no remunerados de 12 horas le haya negado la prueba para saber si tiene o no coronavirus.
Por lo tanto, la solución que tiene esta joven, que trabajará hasta el 18 de diciembre, es pagar por un test privado. Y su único objetivo es saber si tiene o no el virus para no poner en riesgo a su familia, según ha señalado entre lágrimas a LancashireLive.
En una emotiva declaración, afirmó que "después de aproximadamente dos semanas de preguntar si puedo hacerme una prueba antes de Navidad para asegurarme de que soy negativa de covid, me han dicho que no me la proporcionarán en el hospital en el que trabajo desde septiembre".
Por si fuera poco, Hathaway explicó que "también me han dicho desde la Universidad que no evaluarán a los estudiantes después del 15 de diciembre y estoy buscando terminar la asignación entre el 16 y el 18, así que tampoco puedo obtener una prueba de la Universidad".
La joven sanitaria, que añade que lleva mucho tiempo sin ver a su familia, apuntó que "me enfurece que no nos hagan las pruebas, pero nos dicen que somos trabajadores esenciales y que el NHS (Servicio Nacional de Salud británico) nos necesita". "Todo se siente como una batalla y estoy cansada de pelear", agregó.
Posteriormente, un portavoz de la Universidad de Manchester manifestó que "es muy importante que nuestros estudiantes en ubicaciones de NHS puedan tener acceso a las pruebas. Ayer obtuvimos el permiso del Gobierno para extender nuestras pruebas hasta el 18 de diciembre y se han abierto espacios para que los estudiantes reserven".