Desde que se desató la pandemia de coronavirus nos hemos ido acostumbrando a las distintas pruebas que se realizan para detectar la enfermedad. Y es que siempre ha resultado fundamental detectar a las personas que se encuentran contagiadas con el fin de aislarlas y que guarden cuarentena para evitar la expansión de un virus tan letal.
En España, son varias las pruebas que se han ido aprobando desde el Ministerio de Sanidad. A continuación te indicamos las características y las diferencias de cada una de ellas.
Pruebas PCR
Se trata de la más popular y la que conocemos desde el inicio de la pandemia. Estas pruebas, que no estuvieron exentas de polémica en los primeros meses debido a su fiabilidad, se toman a través de muestras nasofaríngeas. Su nombre proviene de las siglas (en inglés) de la reacción en cadena de la polimerasa.
Lo que se busca con esta prueba es detectar el RNA del virus, lo que nos indica si estamos o no contagiados en el momento de realizarse. Es, además, la más fiable entre las disponibles, con una sensibilidad del 95%. Sin embargo, tiene dos grandes inconvenientes: su precio, superior a los 100 euros en caso de hacerse en clínicas privadas y no por sospechas de estar contagiado, y el tiempo para conocer los resultados, de entre tres y cinco horas.
Test de antígenos
Es el último tipo de prueba aprobado por el Ministerio de Sanidad para detectar a los casos positivos de covid-19. En este caso, funcionan a través de una muestra nasal o de saliva y son capaces de detectar la proteína del virus en el organismo.
Una de sus grandes ventajas respecto a las pruebas PCR es que los resultados son casi instantáneos: entre diez y quince minutos tras tomar la muestra. Incluso, no requieren ser realizados por personal sanitario, lo que agiliza el proceso. En cuanto a su efectividad, ronda entre el 87% y el 97%, algo menos que las PCR. Además, su precio es más que asequible, poco más de cuatro euros.
Test serológico
Se trata de una prueba totalmente diferente a las dos anteriores. En este caso, lo que se detecta es si se han generado anticuerpos al estar en contacto con el virus. Para ello existen dos tipos de pruebas serológicas: