La Comunidad de Madrid ha insistido en que las farmacias hagan test de antígenos para controlar la expansión del coronavirus, una iniciativa que también estudia Cataluña pero que tiene problemas de competencias profesionales y también de puesta en práctica.
El vicepresidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio Aguado (Cs), ha dicho este martes que su objetivo es que antes de la Navidad "todos los madrileños" se hayan realizado o puedan realizarse test de antígenos gratuitos en las farmacias, un plan que provoca algunas dudas en su propio Ejecutivo por el plazo de ejecución y que tampoco está bien visto por profesionales sanitarios.
Aunque la propuesta de realizar test en farmacias es apoyada por la presidenta regional, Isabel Díaz Ayuso (PP), fuentes del Gobierno madrileño han asegurado que hoy por hoy "no se puede garantizar la viabilidad de esta propuesta" en esas fechas y han recordado que es la Consejería de Sanidad, gestionada por los populares, la que evalúa los pasos a dar en la estrategia serológica.
Al respecto, aseguran que la Consejería trabaja "día a día" sobre la misma y que lo primero que hay que conseguir es que se autorice a las farmacias realizar las pruebas serológicas. Para ello, Díaz Ayuso ha enviado una carta a la presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen, para pedirle su apoyo.
"Actualmente, la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) no nos permite utilizar estos centros. Por eso consideraría útil que alguna autoridad europea pudiera validar esta nueva forma de testeo, no sólo en España sino también para el resto de regiones europeas", solicita Ayuso en la misiva.
Cataluña también tiene sobre la mesa esta propuesta, y, según ha explicado este martes, la consellera de Presidencia y portavoz del Govern, Meritxell Budó, se trata de una estrategia de "test masivos" a la población para la que se han comprado 8 millones de pruebas de antígenos.
En esta estrategia pueden jugar un papel clave las farmacias, con las que ya trabaja el Departamento de Salud, para que puedan realizar los test de antígenos. Para ello, está previsto elaborar un documento marco que fije las condiciones mínimas para la práctica de las pruebas, según explico este pasado lunes la consellera de Salud, Alba Vergés.
Pero esta opción de realizar los test en las farmacias plantea algunos problemas, según recordó ayer el director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias (CCAES), Fernando Simón.
A su juicio, puede ser una ayuda importante contra la covid, pero que hay que ser conscientes de los riesgos asociados y los problemas legales y competenciales.
"No podemos pensar que una persona con sintomatología vaya a una farmacia", advirtió el director del CCAES, para quien estos establecimientos deberían tener "un circuito covid" y, además, hay riesgo de que se contagie su personal.
Por su parte, el ministro Illa afirmó el pasado 4 de noviembre, al término del Consejo Interterritorial de Salud, que su departamento analizaría esta posibilidad, lo cual tampoco ha sido visto como una buena idea en la Federación de las Asociaciones Científico Médicas Españolas (Facme).
En la misma línea, el presidente del Consejo General de Enfermería (CGE), Florentino Pérez Raya, ha asegurado este martes que el ministro de Sanidad le ha escrito una carta en la que asegura que las farmacias no puedan hacer test rápidos de coronavirus.
"El otro día recibí personalmente una carta del ministro referida a esto y manifestó que rotundamente no se podían hacer en las farmacias estos test, salvo en aquellas que pudieran tener departamentos de análisis clínicos", ha advertido el presidente del CGE en una conferencia de prensa.
Hace días, la Mesa de la Profesión Enfermera, integrada por el CGE y el Sindicato de Enfermería Satse, se dirigió por carta al Ministerio de Sanidad y a Aemps para trasladarles que "ni por las atribuciones, competencias y formación" los farmacéuticos pueden hacer las pruebas.
El CGE mantiene que, si se permiten hacer este tipo de pruebas en las oficinas de farmacia, se estarían vulnerando 15 leyes, incluidas normas europeas, con lo que recurrirían a todas las instancias posibles para impedirlo.
Pérez Raya ha insistido en que en las farmacias no se puede realizar acto clínico alguno, porque los farmacéuticos no son clínicos, y no se pueden hacer pruebas de este tipo en el mismo establecimiento en el que, por ejemplo, se pueden comprar otros productos, como comidas para bebés.