Ana está viva de milagro. El pasado año su pareja se entregó a la policía después de confesar que la había matado a golpes en su casa de Azagra, en Navarra. El hombre le provocó heridas de tal gravedad que su pronóstico era fatal. Pero sobrevivió, salió de ello y ahora cuenta su particular pesadilla y las secuelas que le ha dejado el maltrato de la violencia machista.
Ana ha querido hacer públicas unas durísimas imágenes de su paso por la UCI para que todo el mundo vea, con toda su crudeza, de lo que es capaz un maltratador. "Con este individuo que tená en casa, he vuelto a nacer. Tenía que haberme marchado antes", cuenta la mujer.
Pero no se fue antes y, un día, él, un profesor jubilado de 68 años, entró en la habitación con una barra en la mano. "Vi que llevaba una barra de hierro y me dijo: 'Te voy a matar'", señala Ana. La molió a golpes y cuando perdió el conocimiento, se entregó a la Policía Foral convencido de que la había matado.
Las autoridades encontraron a Ana con gravísimas heridas, pero viva. "Estuve en la UCI durante bastante tiempo. Mi familia estaba deshecha, estaban esperando que yo muriese", añade. Ahora, cuenta su historia a los demás. "Soy enfermera y, casualmente, les decía a mis pacientes 'no aguantéis lo más mínimo'", concluye, para que ninguna más aguante ni un grito.