María Jesús, conocida como Maje, se ha enfrentado este martes en una nueva sesión del juicio que se sigue contra ella por el asesinato de su marido en agosto de 2017 en un garaje de Patraix, a los testimonios de sus amantes, con quienes mantenía una relación paralela a la conyugal. Con uno de ellos se escribió varios mensajes de texto el mismo día en que se enteró de la muerte de su esposo y se halló el cadáver. Le decía: "¿Hacemos esta noche un amorcete?", a lo que él le contestaba: "Vale, chochete".
Dos meses antes también se intercambió varios mensajes a través de Telegram con otro amante, al que manifestó su intención de acabar con la vida de la víctima, Antonio: "Me satura, me agobia, le odio (...) Me considera de su propiedad, quiero que se muera, no lo aguanto (...) He pensado en acabar con su vida".
En el banquillo de los acusados, junto a Maje, que se enfrenta a 22 años de prisión, tal y como le reclama la Fiscalía, también se sienta Salva, un amante suyo y compañero de trabajo, presunto autor material del crimen. Para él el ministerio público reclama 18 años de cárcel.
El primer testigo en comparecer hoy en el juicio ha sido Sergio, un agente urbano de Barcelona con quien Maje mantuvo un lío un fin de semana un mes después de la muerte de su marido. A él le ha seguido José, con quien tuvo una relación sentimental desde mayo de 2017 hasta el día en que se enteró de la detención de la acusada.
José ha descrito su relación con Maje, a quien conoció en una discoteca, como "normal". Desconocía que estaba casada hasta que unos días después del crimen ella le llamó y se lo confesó, pero le advirtió de que se lo había ocultado porque le gustaba y quería conocerle.
La noche del 15 de agosto la pasó con ella y por la mañana ambos se fueron a trabajar. A las pocas horas se encontró el cuerpo sin vida de Antonio, ingeniero, en su garaje de Patraix. Era el día 16, cuando supuestamente Maje ya sabía que su esposo yacía muerto, empezó a intercambiar una serie de mensajes por Telegram con José que se han reproducido en el juicio. En ellos, Maje le pedía que le acompañase a comprar unos muebles para la casa y seguidamente le preguntaba: "¿Hacemos esta noche un amorcete?", a lo que él le respondió: "Vale, chochete". Y ella siguió: "No me seas mamoncete".
Finalmente no se vieron esa noche porque ella le dijo que habían llegado sus tíos por sorpresa e iba a estar con ellos. Por la noche le mandó otro mensaje ella en el que le comentaba que le dolía "el cap" porque: "Llevo mucho tute, nene", le aseveró.
A los días fue cuando Maje le confesó que estaba casada y que su marido había muerto. Le contó, según ha manifestado el testigo, que llevaba meses sin tocarse con él, que ni se veían, y que sobre la muerte había dos líneas de investigación abiertas: la posibilidad de que lo hubiera asesinado un grupo de yihadistas para robarle el coche o un hombre que también había matado a otra persona en Peris y Valero, le dijo.
Tras estas afirmaciones José se quedó "muy sorprendido" pero al final la perdonó y continuaron con la relación: "Siempre la he visto muy cariñosa, tranquila, muy maja. Pensé que había tenido la mala suerte de que habían asesinado a su marido. ¿Quién iba a pensar otra cosa?", se ha preguntado. Al poco tiempo dieron una señal para comprarse un piso y concluyeron la relación con los arrestos.
José prestó hasta dos declaraciones ante la Policía y le facilitó los mensajes por Telegram intercambiados con Maje. Cuando iba a declarar por segunda vez, el agente que le llamó le comentó que la acusada había mentido varias veces, tal y como se ha desprendido de la conversación escuchada en la Sala a petición del abogado de Maje.
A José le ha seguido Tomás, con quien la acusada mantuvo una relación desde mayo de 2016 hasta octubre de 2017. Solo convivieron juntos cuatro días, cuando en junio de 2016 le llamó ella para pedirle que le recogiera porque había discutido con su marido y le había echado de casa. Tomás era plenamente consciente de la relación con Antonio y pasó con Maje el fin de semana anterior a la boda, en septiembre de 2016. Tras el enlace se siguieron viendo unas tres veces por semana y ella le comentó que su marido tenía cáncer y le dijo que tenía que cuidarle, que no le podía dejar solo. "Me decía que la relación no tenía sentido, que estaba por estar. Que si hubiera sido por ella, no estaría con él. Me dijo que estaba harta, que lo quería ver muerto, que le estaba maltratando psicológicamente", ha narrado.
Y seguidamente se ha reproducido en el juicio una conversación que mantiene con Maje en junio de 2017, dos meses antes del crimen, en la que ella le dijo: "Me satura, me agobia, le odio (...) Me considera de su propiedad, quiero que se muera, no lo aguanto (...) Ójala se muera, le deseo un mal, tengo que respirar hondo, ahora mismo sería capaz de cualquier cosa". Y proseguía: "He querido morirme hoy (...) Me maltrata cariño, te lo juro. Estoy psicológicamente destruida. Esto lo va a pagar caro (...) He pensado en acabar con su vida", a lo que Tomás le respondió: "Yo también pero no quiero que arruines tu vida por una rata". Maje le comunicó a Tomás que Antonio había muerto y a los días le volvió a llamar para pedirle que si le preguntaba la Policía no dijera nada del cáncer y señalara que habían roto su relación antes de la boda.
Durante esta jornada también ha prestado declaración ante el jurado Rocío, la mejor amiga de Maje, quien ha señalado que la acusada le comentó en varias ocasiones que Antonio la maltrataba psicológicamente y que se portaba mal con ella. "Me decía que quería separarse, que no era feliz. Discutían por dinero", ha apostillado. El día del crimen Maje le dijo que habían encontrado el cadáver de Antonio: "Las primeras semanas estaba hundida y ella decía que no lo iba a superar. Estaba mal y me decía que no podía dormir. Después cambió e intentó rehacer su vida", ha dicho. Ha afirmado que "nunca" le habló de Salva. Así mismo, ha declarado la hermana de Maje y ha señalado que la relación de ella con la víctima era "normal". Ha explicado que conoció el "desliz" de Maje con Tomás antes de la boda y ha aludido a problemas entre familias por temas económicos.
Por su parte ha declarado también la mujer de Salva, acusado de matar al marido de Maje. Su esposa ha dejado claro que era un buen padre y un buen marido que tenía una relación muy especial con su hija. Y que era un hombre religioso. Salva no ha sido capaz de levantar la vista durante su declaración.