¿Alguna vez estando de viaje has comido algo que no habías visto antes en tu vida? Mira a ver si coincide con alguno de los siguientes platos. Estos son los diez alimentos más raros del mundo.
Hay quien lo llama también huevo centenario, pero realmente el nombre importa poco. Como puedes apreciar, se trata de un huevo negro. Esto no es así a menos que pase antes por manos humanas, claro. Estos huevos de pato considerados una delicia en China se entierran durante semanas o meses en una solución de arcilla, cal y ceniza, y a veces se añaden también cáscara de arroz, sal y té negro. Quien lo ha probado dice que sabe parecido a un huevo duro, aunque con una textura gelatinosa muy diferente.
Un plato típico en Corea del Sur es el ‘sannakji’, que es básicamente un pulpo vivo joven. No obstante, hay que recalcar que no se come mordiendo directamente los tentáculos, lo cual sería un tanto macabro. Los coreanos lo cortan en trozos justo antes de llevárselo a la boca de manera que esté lo más fresco posible. Hay quien le añade aceite de sésamo y semillas.
De nuevo, un plato asiático. En este caso procedente de Japón, donde el peligroso pez globo que puede matar con su veneno a treinta personas se considera un manjar. Solo los chefs más expertos saben eliminar la tetrodotoxina, la neurotoxina mortal que actúa potente y rápidamente sobre tu organismo y para el cual no se ha descubierto un antídoto. Sin duda es un pescado solo apto para los más atrevidos.
La rana toro es un plato relativamente habitual para los nativos de Namibia, que la llaman ‘Efuma’. Puede que en otras partes del mundo tan solo las ancas de los anfibios se coman, pero en este país africano no se hace ascos a ninguna parte de su cuerpo: la ingieren en su totalidad. Esto conlleva un peligro: al comer la rana entera, se comen también la toxina que puede causar desde problemas en los riñones hasta la muerte. Aunque los más experimentados son conoceros de que, después del apareamiento, el riesgo de envenenamiento es menor. Por cierto: es una de las ranas más grandes que existen y puede pesar hasta 2 kilos.
Lo llaman cuy, cuis, cobaya o conejillo de Indias. Esta especie de roedor andina es un plato típico de Perú, que suelen servir ya sea entero en un plato o a modo de brocheta en los puestos callejeros. Su bajo porcentaje de grasa y alto porcentaje de proteína lo convierten en una comida bastante saludable, y el sabor de su carne blanca y blandita suele tener bastante éxito.
Estas especies que tanto llaman la atención por su aspecto curioso están consideradas una exquisitez en China. En muchos mercadillos de Pekín es fácil encontrar los caballitos de mar servidos en un palillo, generalmente fritos. Se dice que curan el asma, la impotencia o los catarros, aunque su uso medicinal nunca ha sido probado. Es un animal muy castigado por la sobrepesca tanto para su consumo como para venderse como souvenir. La estrella de mar, por su parte, suele comerse en sopa por su alto contenido de colágeno.
Los locales llaman a este ‘manjar’ tradicional inuit ‘muktuk’. Lo que comen es la piel y la grasa de las ballenas de las especies bowhead, narval o beluga, que sirven cortadas en cubos y, en general, sin cocinar. Se dice que aporta vitamina C y mucha energía, aunque su consumo ha ido en declive desde hace tiempo.
Las hormigas Liometopum son las típicas que, cuanto más lejos, mejor. No solo por su intimidante tamaño, que también, sino porque son de las más agresivas que te puedes encontrar. De hecho, los granjeros que las capturan para el consumo sufren picaduras constantemente. Se comen en México, sobre todo, y se cocinan fritos con mantequilla y especias para después servir con una tortilla. Desde la época prehispánica, este producto ha sido popular por su sabor peculiar y su alto valor nutritivo. Por su alto precio se conoce como “el caviar mexicano”.
Como muchas otras comidas raras consumidas en China y Corea, el vino de ratón se bebe principalmente por sus supuestas cualidades curativas. Probablemente no es algo que quieras probar. Primero, porque se dice que no sabe demasiado bien y, segundo, por su elaboración, que consiste básicamente en ahogar a varios ratones recién nacidos en vino y dejarlo fermentar durante aproximadamente un año. Lo venden así, con los cadáveres de ratoncitos al fondo, que a veces las personas se comen al terminar la bebida. La tradición dice que es bueno para el hígado.
Con la crisis sanitaria del coronavirus, habrás escuchado que muchas personas en la India se embadurnan con heces o consumen orina de vaca, pero el éxito de esta ‘bebida’ viene de antes. Tradicionalmente se ha dicho que la pócima tiene efectos curativos, dicen que puede curar incluso la diabetes o el cáncer. Desde luego no es algo que te recomendemos probar.
¿Te atreverías a probar alguno de estos rarísimos alimentos?