Álex Briz tiene 43 años y cree que ha salvado la vida hoy. Este vecino de la capital de la Costera se cruzó con los ocupantes del coche que causó la muerte de cinco personas en la AP7 -a la altura de Rotglà i Corberà- quince minutos antes que todo ocurriera. De hecho, relata que los turismos casi se rozaron. "Tengo el manos libres siempre puesto en el coche y enseguida llamé al 112 para avisar. Fue una locura", relata al diario Levante.
Álex iba a dejar a su tía a l'Alcúdia de Crespins. Esa noche habían quedado para ir al cine en Xàtiva. Eran sobre las diez y cuarto de la noche cuando todo pasó. Iba por una vía de dos carriles del mismo sentido y acababa de adelantar a un coche de forma reglamentaria. Fue entonces cuando se topó con otro turismo, de repente, pero este venía de cara : "Fue todo muy rápido, me acercaba a una curva más cerrada y me encontré con unas luces a menos de 50 metros. No me lo creía. Me pasó rozando, iba por mi carril de la izquierda en dirección contraria", apunta.
El ministro de Interior, Fernando Grande-Marlaska, ha confirmado este lunes que la Guardia Civil de Tráfico, bajo la dirección judicial, está investigando si uno de los cuatro turismos implicados en un siniestro en la A-7, en Rotglà i Corberà (Valencia), en el que han fallecido cinco personas, circulaba en sentido contrario y si el conductor era una persona de edad avanzada. No obstante, Grande-Marlaska, en declaraciones a los medios en València, ha señalado que "todavía no se puede adelantar conclusiones", y ha pedido dejar continuar los traajos para determinar si efectivamente uno de los coches circulaba en sentido contrario.
En ese sentido, ha lamentado las muertes de estas cinco personas y ha trasmitido toda su solidaridad a las víctimas de "este siniestro, no accidente", en el que también han resultado heridas cuatro personas. En ese sentido, ha recalcado que su departamento ya está trabajando para conseguir "una seguridad vial plena" y en ese sentido ha apuntado que en un mes o mes y medio prevé aprobar la nueva Estrategia de seguridad vial para 2021-2030 con el propósito y la voluntad de que en este plazo, como también apuntan la ONU y la UE, reducir a la mitad el número de víctimas fruto de la siniestralidad vial.
Asimismo, han señalando que están trabajando en un proyecto de ley para incrementar el control de los conductores de edad avanzada, un tema "complejo" porque "las actitudes psicofísicas de las personas mayores se han modificado mucho y ahora no son igual a una determinada edad que eran hace más de 20 años". No obstante, ha señalado que se está trabajando de una "forma seria" para "garantizar esa política integral en materia de seguridad vial, que el conjunto de las personas que se ponen a dirigir un vehículos, que es un elemento ciertamente de riesgo, se encuentre en las capacidades psicofísicas necesarias y adecuadas para no poner en riesgo ninguna vida". Así, no ha avanzado plazos de la nueva normativa, pero ha señalado que están trabajando de "una forma seria".
Grande-Marlaska ha puesto el acento en que estos casos como el de Rotglà i Corberà "no son accidentes son siniestros ya que si se dice accidente parece que no hay ninguna responsabilidad y aquí hay víctimas consecuencia de un siniestro, que yo muchas veces llamo violencia vial".