Un ciudadano alemán se llevó el disgusto de su vida al comprobar que había comprado accidentalmente 28 Teslas modelo 3 por más de un millón de euros. El hombre tenía intención de aprovechar el bono ambiental que el gobierno de su país otorga a quienes se hagan con un vehículo eléctrico. Así, decidió reemplazar su viejo automóvil familiar. Sin embargo, un error a la hora de hacer la compra derivó en que ésta terminara siendo mucho más cara que si hubiera adquirido cualquier auto, de gasolina o no.
Cada uno de los 28 automóviles que adquirió tiene un precio aproximado de 49.000 euros. El hijo del hombre explicó que, como al pulsar el botón de comprar no sucedía nada, su padre lo presionó en numerosas ocasiones a lo largo de dos horas. Sin embargo, al volver a funcionar el sitio web, todos los clics realizados se acumularon, llegando al total mencionado.
Ello implicó qué, además de comprar los vehículos, el hombre también aceptó pagar aproximadamente 100 euros en concepto de depósito no reembolsable. De esta manera, aún cancelando los 27 pedidos extra, tendría que haber abonado más de 2.600 euros extra por el error.
Sin embargo, el hombre se puso en contacto con la compañía de manera inmediata, y tras explicar la situación sus representantes condonaron todas las compras, lo mismo que los depósitos. El malententido no representa un perjuicio financiero para la compañía, que esta semana superó a Toyota para convertirse en el fabricante de automóviles con mayor valoración en bolsa en todo el mundo.
En lo que va de año, los títulos de la empresa dirigida por el polémico magnate Elon Musk se han disparado, pasando de unos 430 dólares por acción a los más de 1.100 dólares que registraron el miércoles, cuando logró posicionarse al tope de la industria. Desde su salida a bolsa hace diez años, la compañía californiana se ha revalorizado en más de un 4.000 por ciento y sus títulos no han dejado de subir durante la pandemia, para asombro de algunos observadores.
En buena parte, los analistas vinculan estas subidas recientes a la puesta en funcionamiento de su fábrica en Shanghái (China), al comienzo en la fabricación del Modelo Y en su planta original de automóviles de Estados Unidos, en Fremont (California), y a las promesas de la compañía respecto al lanzamiento de un camión eléctrico llamado Semi, una camioneta eléctrica conocida como Cybertruck y diversas mejoras en su tecnología. La compañía produce actualmente “apenas” medio millón de vehículos al año, frente a los más de 10 millones que fabrica Toyota.