Alejandro Cencerrado afirma que "más allá de 4.000 ó 5.000 euros al mes, ganar más no aumenta la felicidad"Informativos Telecinco
Alejandro Cencerrado trabaja como analista jefe para el Instituto de la Felicidad de Copenhague
Este físico albaceteño lleva 16 años de su vida puntuando día a día su nivel de felicidad
La peor nota fue por "una gastroenteritis muy fuerte" y la mejor, "el primer beso"
No es fácil -en estos tiempos que corren- dar con las "claves" para alcanzar la felicidad. Un científico de Albacete, Alejandro Cencerrado, que trabaja como analista jefe para el Instituto de la Felicidad de Copenhague, la capital danesa, ha dedicado los últimos 6.000 días de su vida a investigarlo. Con los resultados que detallamos a continuación.
En los 16 años que lleva puntuando día a día su nivel de felicidad, la peor nota fue "por una gastroenteritis muy fuerte", mientras que la mejor, un 9, llegó gracias a un gesto de amor romántico, "con el primer beso". Este físico ha sido su propio conejillo de indias.
La media del estudio de Alejandro Cencerrado, un cinco
"La media es un cinco. Tengo casi tantos días buenos como malos", afirma. Buscando la clave de la felicidad, en el estudio se señala que el dinero sí la da, pero hasta un punto. "Llega un momento, alrededor de los 4.000 ó 5.000 euros al mes, en el que ya ganar más no aumenta tu felicidad", señala Cencerrado, autor del libro 'En defensa de la infelicidad'.
"Cuanto más tenemos, más queremos", dice una mujer, mientras que otro hombre apunta que "hay gente que creo que es infeliz viendo que no puede consumir". "Con que no me entere de que se devuelve una factura, soy feliz", remarca otro.
Otra conclusión, ser infeliz es útil: "Parece que ser infeliz es como ser un perdedor en la vida". Un señor, cuestionado al respecto, manifiesta que "hay que estar abajo para saber cuando estás arriba".
Y que las sociedades más igualitarias y justas son más felices. "Son poblaciones en las que la gente confía entre ellos", explica Cencerrado. "Lo emocional siempre es lo que más perdura", resalta una señora. "Son momentos", puntualiza otra. Pues lo único que queda es eso, ir en busca de esos momentos de 10.