Un hombre de 40 años ha aparecido muerto ahorcado en la prisión de Logroño, donde ingresó tras haberse saltado el confinamiento en 16 ocasiones durante el estado de alarma por la crisis del coronavirus y en una de ellas fue sorprendido con droga oculta en los calcetines.
Fuentes de Instituciones Penitenciarias han indicado este lunes que el cadáver fue hallado a las 17:40 horas de ayer, domingo, en la celda que ocupaba esta persona, vecina de Logroño y para la que la autoridad judicial había decretado su prisión provisional, comunicada y sin fianza. Este hombre, que ingresó en el centro penitenciario de la capital riojana el pasado día 20 y que se encontraba en aislamiento sanitario de los 14 días de cuarentena, habló desde la ventana de su celda con un interno que se encontraba en el patio.
A este recluso le pareció que decía cosas poco coherentes y avisó a un funcionario de la prisión, que inmediatamente se dirigió a la celda y encontró al preso colgado con una sábana desde el radiador. Durante 25 minutos se intentó reanimarle, lo que no fue posible y se certificó su muerte.
El Juzgado de Guardia de Logroño ha asumido el caso e Instituciones Penitenciarias ha abierto una investigación sobre lo ocurrido. El fallecido, quien ya ingresó en la prisión de Logroño en 2018, no tenía aplicado el protocolo antisuicidio al no ser posible estar acompañado de otro interno por el aislamiento sanitario por el coronavirus y encontrarse pasando la cuarentena de 14 días.
El pasado 22 de abril, la Guardia Civil en La Rioja detalló, en una nota, la detención por segunda vez de este hombre por desobediencia grave, denunciado en 16 ocasiones desde el inicio del estado de alarma e interceptado, en esa ocasión, en Villamediana de Iregua, a unos 6 kilómetros de Logroño, cuando viajaba en un coche acompañado de una mujer y con droga oculta en los calcetines.