Un adolescente de 18 años se enfrenta a hasta 20 años de prisión por haber matado a su padre de 24 puñaladas en Collegno, un suburbio de Turín (Italia). Alex Pompa no niega el asesinato pero dice que lo hizo en un intento de poner fin a décadas de violencia doméstica.
Los investigadores determinaron que el padre de Alex, Giuseppe Pompa, de 52 años, había abusado física y emocionalmente de su esposa durante muchos años, llamándola cientos de veces al día para verificar su paradero, en un comportamiento "obsesivo y celoso".
La noche del crimen, Alex y su hermano le enviaron un mensaje de texto a su tío pidiéndole ayuda porque temían que su padre comenzara a golpear a su madre nuevamente. Ese desesperado mensaje rezaba: "Tú eres el único que escucha. Tienes que tomar medidas drásticas. Todos estamos arriesgando nuestras vidas aquí".
Esa noche Giuseppe volvió a agredir a su esposa en un ataque de celos, acusándola de tener una aventura con uno de sus compañeros de trabajo porque había visto al hombre poner su mano sobre el hombro de su esposa.
Al parecer, arrojó un teléfono a la cara de su mujer cuando intervino su hijo Alex, que tenía 17 años en ese momento. El abogado de Alex, Claudio Strata, dice que la defensa tiene más de 200 archivos de audio que documentan el abuso.
Alex Pompa está bajo arresto domiciliario en la casa de un amigo en Collegno desde el incidente, ya que los jueces determinaron que no serviría para nada enviarlo a prisión y sería "demasiado traumático" para él regresar a la casa familiar donde el ocurrió la matanza.
Un informe psiquiátrico solicitado por el juez de instrucción Stefano Vitelli había establecido que Alex sufría una locura temporal en el momento del asesinato debido al estrés postraumático resultante de la violencia a la que la familia había estado expuesta en el hogar.