Desastre ecológico protagonizado por Adif y Renfe. Un grupo de operarios de la compañía tiró este lunes al río Sil dos vagones que habían descarrilado - el pasado día 26 de julio- y obstaculizaban la vía Ponferrada-Monforte, en Carballeda de Valdeorras, Orense, Galicia. Las autoridades investigan unas imágenes en las que se ve cómo uno de los vagones, empujados por una excavadora, arrastra árboles hasta acabar finalmente en el cauce.
Tras esta polémica maniobra, varias asociaciones ecologistas acusan a Adif de originar un grave daño medioambiental. Una agresión al medioambiente que Adif ha justificado por la dificultad que supone trasladar esos vagones. Un vertido que, además, va a ser investigado por la Conferencia Hidrográfica de la zona. Han anunciado que van a tomar muestras del agua para medir el impacto. A pesar de no tener autorización, los dos vagones rodaron ladera abajo, y durante la tarde de este martes todavía continúan a orillas del río Sil.
Adif también ha iniciado una investigación para conocer los detalles del suceso y depurar, en todo caso, responsabilidades. "Podrían haberlo hecho desmantelando, pero dejarlos rodar para que caigan al río, los impactos son enormes", explica a Informativos Telecinco Paco Bañobre, miembro del Proyecto Ríos de la asociación ecologista Adega.
Los operarios se justifican señalando que era imposible retirar los vagones con grúas y que esa era la única manera de liberar la vía: así se lo solicitó Adif a la Confederación Hidrográfica. "Se me informó de que esa operación suponía un riesgo ambiental y que no estaba autorizada", señala a Informativos Telecinco Alberto de Anta, comisario de aguas de la Confederación Hidrográfica del Miño-Sil. Pero, aún así, les dio igual y lanzaron los vagones. Adif ha manifestado a Informativos Telecinco que va a retirar los vagones del río y restaurar el paisaje dañado lo antes posible.