Chloe Bradley tenía 17 años cuando organizó un trío junto a su novio de 27 años, Anthony Roscoe, y una niña de 12 años. Fue la propia policía inglesa quien tras ver a la niña salir de la casa de la acusada a las 5.30 de la madrugada, comenzó a investigar.
Las autoridades analizaron el teléfono de Chloe, donde pudieron encontrar conversaciones entre ella y Roscoe sobre el trío con la niña.
En declaraciones de la acusada a la policía, según recoge Daily Mail, Chloe declaró que “cuando alguien le entrega el Santo Grial, lo coges, ¿no?”
Esta semana se ha celebrado el juicio en Manchester y Chloe Bradley ha sido condenada a 22 meses de prisión tras ser declarada culpable de haber organizado la comisión de un delito sexual infantil.
La víctima, quien ahora tiene 14 años, ha declarado que no puede dormir y tiene recuerdos continuos, “me ha cambiado mentalmente”. Añade que no deja que nadie le toque, incluso siente que no tiene sentido ir a la escuela.
Chloe Bradley permanecerá en el registro de delincuentes sexuales durante diez años, mientras que el novio, Roscoe, admitió la violación y ha sido encarcelado por cuatro años.