Está acusado de acuchillar hasta en 15 ocasiones a su ex pareja, en 2019. Y el relato de los hechos muestra una crueldad y una inquina que da miedo. La golpeó y acuchilló, no sin antes pedirla hablar cuando su ex estaba tranquilamente con sus hijas. Amenazó a todos los que intentaron ayudar a al mujer cuchillo en mano y cuando creyó que ya la había matado se lavó las manos con toda tranquilidad. Pero no la mató. Ahora se sienta en el banquillo. El fiscal pide 13 años de prisión por tentativa de asesinato. La víctima, que estuvo 3 meses ingresada en el hospital, ha declarado por videoconferencia. El acusado la abordó en un parque y ante la negativa de ella de retomar la relación la agredió con un cuchillo de grandes dimensiones. En ese momento, las tres hijas menores de la víctima, que ha logrado sobrevivir, estaban por la zona.
La Fiscalía ha solicitado para el acusado la pena de 13 años de prisión por un delito de asesinato en grado de tentativa con la agravante de género y de parentesco. También pide que se le prohibía acercarse a ella a menos de 500 metros o comunicarse por cualquier vía durante 15 años, según consta en el escrito de acusación provisional.
Los hechos se remontan a la tarde del 16 de mayo de 2019. Hacía aproximadamente un mes que la víctima, de 33 años, había roto con el acusado después de tres meses de relación y en varias ocasiones le había reiterado que no quería volver, una circunstancia que "no era aceptada" por el presunto agresor, de 38 años, que "había insistido días anteriores en volver con ella". Pero ella dijo que no. Y así, sobre las 20.45 horas, el acusado se dirigió con una navaja de grandes dimensiones a la zona de los Jardines del Triunfo. La encontró con dos amigos y sus tres hijas mejores, pero eso no le detuvo en modo alguno. Su objetivo era claro: acabar con su vida.
Se dirigió a ella por detrás e insistió en que tenían que hablar, por lo que sus acompañantes se alejaron con las niñas para que lo hicieran. En ese momento se quedaron solos y la mujer le manifestó que no tenía "nada que hablar con él" e intentó marcharse. El acusado se interpuso en su camino y le lanzó un puñetazo del que ella cayó al suelo. Ella logró levantarse "casi inmediatamente", pero el acusado cogió en ese momento el cuchillo que llevaba guardado y se lo clavó profundamente en el abdomen, donde se le quedó enganchado y tuvo que realizar varias maniobras para poder sacarlo.
A partir de ahí comenzó a asestarle numerosas puñaladas en diversas partes del rostro y el cuerpo. Varias personas intentaron sin éxito ayudarla, pero el hombre mantuvo una actitud amenazante "haciendo ademán de agredirles" a ellos con el cuchillo. Algunos incluso le tiraron piedras para intentar disuadirle, pero ocurrió "todo lo contrario, el acusado seguía lanzando golpes con el cuchillo por todo el cuerpo de la víctima", según relata el fiscal del caso.
"Cuando consideró cumplido su objetivo de terminar con la vida" de su expareja se lavó "tranquilamente" las manos en una fuente próxima y huyó del lugar hacia la zona del Arco Elvira. Fue perseguido por varios testigos y finalmente interceptado y detenido por agentes de la Policía Nacional en las proximidades de la calle Tinajillas.
La mujer necesitó tratamiento médico y quirúrgico ante las lesiones sufridas, de las que tardó en curar más de un año y pasó más de tres meses hospitalizada. Ha perdido la visión del ojo izquierdo y, además de los trastornos psicológicos que le ha generando esta brutal agresión, le han quedado múltiples cicatrices en la cara, tórax, abdomen, espalda, miembros superiores e inferiores, entre otras secuelas.