A raíz de la ola de calor que ha llegado a España y el incendio que ya ha dejado 6.500 hectáreas calcinadas en Tarragona, expertos de Central Ocular han advertido que quemaduras, ojo rojo, conjuntivitis, queratitis y abrasiones corneales son las consecuencias más habituales de los incendios forestales.
"El humo y las pequeñas partículas en suspensión (que pueden estar ardiendo) pueden provocar quemaduras en el exterior y en el interior de los ojos, queratitis (inflamación de la córnea) e incluso abrasiones corneales, que si no son tratadas a tiempo por un especialista pueden derivar en problemas de visión permanentes", ha explicado María Capote, oftalmóloga responsable de la Unidad de Retina y Vítreo de Central Ocular.
Además, ha indicado que es habitual que los ojos se irriten al entrar en contacto con el humo provocando enrojecimiento acompañado de picazón y ardor, y ha añadido: "Aunque la primera reacción que se puede tener es frotarnos los ojos es justo lo que no se debe hacer, ya que si existe un pequeño fragmento de tierra o, incluso, ceniza, podemos empeorar el problema y provocar una laceración en la superficie del ojo".
Por otra parte, hay que tener en cuenta que las personas que ya tienen conjuntivitis alérgica u ojo seco van a ver agravados sus síntomas. "Este colectivo tiene que tener especial cuidado si se encuentra dentro de un área afectada por un incendio forestal y debe de tener en cuenta un serie de consejos para evitar problemas mayores", ha advertido.
Desde Central Ocular aseguran que todo este tipo de lesiones tratadas a tiempo tienen un tratamiento que supone, en la mayoría de los casos, la curación "sin ningún tipo de secuelas". A pesar de ello advierten que hay que tener cuidado:"Sin un diagnóstico adecuado y un tratamiento específico se pueden producir lesiones y cicatrices corneales que pueden dan lugar a una disminución de la vista importante"
Algunas medida que pueden ser útiles para minimizar estos efectos de los incendios forestales son:
En cualquier caso, si se ha estado expuesto a este tipo de lesiones, instan a acudir a un oftalmólogo. "Y por supuesto, acudir lo más pronto posible, si nota que el ojo le arde, le duele, le pica de manera persistente o hay algún tipo de secreción para la realización de un diagnóstico y la prescripción del tratamiento más adecuado o bien practicar una intervención de forma urgente", ha concluído la oftalmóloga.