Preocupación máxima por el incendio de Tarragona que avanza descontrolado y ha arrasado ya 6500 hectáreas. Más de medio millar de efectivos no ha cesado de trabajar durante toda la madrugada luchando contra unas llamas avivadas por unas temperaturas que, este jueves, subirán aún más, hasta los 42 grados en la ribera del Ebro.
La noche no ha mejorado la situación del incendio que sigue imparable. Todo corre en contra de los efectivos que luchan contra las llamas, lo escarpado del terreno y las peores condiciones meteorológicas que se pueden dar en estas circunstancias: viento persistente, escasa humedad y una sequía terrible...
Los efectivos luchan contra el fuego por todos los medios. Desde el aire 14 efectivos y en tierra medio centenar de personas, bomberos junto a la Unidad Militar de Emergencias, intentando superar las adversidades. “La principal dificultad que nos estamos encontrando es cómo llegar a las llamas con las autobombas debido a lo escarpado del terreno”, explica Luís Martínez, comandante de la Unidad Militar de Emergencias.
La situación es crítica y podría empeorar este viernes con la subida de las temperaturas a más de 40 grados. Malo para el fuego, un infierno para los bomberos, que ha obligado a atender a uno de ellos por un golpe de calor.
La batalla es dura y las hectáreas arrasadas crecen a 6.500 y serán muchas más. Ocho municipios están pendientes de que las llamas no les alcancen y otro temor, que llegue a la comarca vecina del Priorat, con una enorme masa forestal.
Uno de los peores incendios de Cataluña en las últimas décadas que ya deja un desolador paisaje.