España, preparada para afrontar su 'último' cambio de hora: ¿qué va a pasar a partir de ahora?

La decisión sobre qué horario adoptar de manera permanente aún no está clara
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El cambio de hora ha sido un tema de debate en España y en gran parte de Europa durante años. Aunque muchos lo ven como una tradición anual, hay gente que lo veo como una práctica obsoleta que afecta negativamente a la salud y al bienestar.
Este año, el próximo cambio de hora tendrá lugar en la madrugada del domingo 30 de marzo. En ese momento, a las 02:00 horas se adelantarán los relojes una hora, pasando directamente a las 03:00 horas.
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Sin embargo, parece que este debate podría está llegando a su fin. España se prepara para lo que podría ser su último cambio de hora, siguiendo las directrices de la Unión Europea, que planea dar por finalizada esta práctica en 2025. Pero, ¿qué significa esto para los ciudadanos? ¿Cómo afectará a nuestra vida diaria?
El fin del cambio de hora no solo marca el final de una era, sino que también abre un nuevo capítulo en la forma en que gestionamos nuestro tiempo.
El origen del cambio de hora
El cambio de hora es una práctica que se remonta a la Primera Guerra Mundial, cuando varios países decidieron ajustar sus relojes para ahorrar energía. La idea era aprovechar al máximo la luz natural y reducir el consumo de carbón durante los meses de verano. España adoptó esta medida en 1918, y desde entonces, los ciudadanos han estado ajustando sus relojes dos veces al año: en marzo y en octubre.
Sin embargo, con el paso del tiempo, los beneficios del cambio de hora han sido cuestionados. Estudios recientes sugieren que el ahorro energético es mínimo, mientras que los efectos negativos sobre la salud, como alteraciones del sueño y el ritmo circadiano, son cada vez más evidentes. Esto ha llevado a la Unión Europea a reconsiderar la necesidad de mantener esta práctica.
La decisión de la Unión Europea
En 2018, la Comisión Europea realizó una consulta pública en la que el 84% de los participantes se mostraron a favor de eliminar el cambio de hora. Como resultado, en 2019, el Parlamento Europeo aprobó una directiva para poner fin a esta práctica a partir de 2025. Cada país miembro tendrá la libertad de decidir si permanece en el horario de verano o en el horario de invierno de manera permanente.
España, como miembro de la UE, está obligada a seguir esta directiva. Sin embargo, la decisión sobre qué horario adoptar de manera permanente aún no está clara. El gobierno español tendrá que sopesar las ventajas y desventajas de cada opción, teniendo en cuenta factores como la salud pública, la economía y la coordinación con otros países europeos.
¿Y qué pasa en otros países?
Cada vez más países están eliminando el cambio de hora y adoptando un horario fijo, motivados por la falta de beneficios energéticos y los efectos negativos en la salud y la productividad. En Europa y Asia Central, naciones como Rusia, Bielorrusia, Islandia y Turquía han abandonado esta práctica, priorizando la estabilidad horaria. Islandia, por ejemplo, no cambia la hora desde 1967, mientras que Turquía lo hizo en 2016 para aprovechar mejor la luz natural. Kazajistán y Kirguistán también han eliminado el cambio de hora.
En América del Norte, México eliminó el horario de verano en 2022, argumentando un impacto mínimo en el ahorro energético y efectos negativos en la salud. En contraste, Estados Unidos y Canadá mantienen el cambio de hora, aunque con excepciones como Hawái, Arizona, Saskatchewan y Yukón, que optaron por un horario fijo.
El próximo cambio de hora tendrá lugar en la madrugada del domingo 30 de marzo. En ese momento, a las 02:00 horas se adelantarán los relojes una hora, pasando directamente a las 03:00 horas
En América Latina y el Caribe, la mayoría de los países, como Brasil, Argentina y Colombia, han abandonado el horario de verano debido a su escasa influencia en el consumo energético. En Centroamérica y el Caribe, el cambio de hora nunca ha sido común debido a las mínimas variaciones de luz solar.
En Asia y Medio Oriente, países como China, Japón, India y Tailandia mantienen un horario constante. China, por ejemplo, utiliza un único huso horario desde los años 90, mientras que Japón no ha cambiado la hora desde 1952.
En África, la mayoría de los países mantienen un horario estable debido a su ubicación ecuatorial, aunque Egipto reintrodujo el horario de verano en 2023 para reducir la demanda energética. Esta tendencia global refleja una preferencia creciente por la estabilidad horaria y un enfoque en la salud y la eficiencia energética.
¿Horario de verano o de invierno?
Uno de los principales debates en España es si mantener el horario de verano o el horario de invierno de manera permanente. El horario de verano, que adelanta los relojes una hora en marzo, ofrece más horas de luz por la tarde, lo que puede beneficiar a sectores como el turismo y el comercio.
Por otro lado, el horario de invierno, que retrasa los relojes una hora en octubre, proporciona más luz por la mañana, lo que puede ser beneficioso para la salud y el rendimiento escolar.
Algunos expertos argumentan que el horario de invierno es más adecuado para nuestro huso horario natural, ya que España está geográficamente alineada con el meridiano de Greenwich. Mantener el horario de verano de manera permanente podría significar que amanezca más tarde en invierno, lo que podría afectar negativamente a la salud y el bienestar de la población.
¿Y el impacto en la vida diaria?
El fin del cambio de hora tendrá un impacto significativo en la vida diaria de los españoles. Por un lado, eliminará la necesidad de ajustar los relojes dos veces al año, lo que puede reducir el estrés y las alteraciones del sueño.
Sin embargo, también podría generar confusión en un principio, especialmente en lo que respecta a la coordinación con otros países que opten por horarios diferentes.
Uno de los principales debates en España es si mantener el horario de verano o el horario de invierno de manera permanente
Además, el cambio podría afectar a sectores como el transporte y las comunicaciones, que dependen de horarios sincronizados para funcionar eficientemente. Las empresas tendrán que adaptarse a esta nueva realidad, lo que podría implicar un coste inicial en términos de ajustes logísticos y tecnológicos.
Uno de los argumentos a favor del cambio de hora era el ahorro energético. Sin embargo, estudios recientes han demostrado que este ahorro es marginal en comparación con el impacto ambiental de otras prácticas.
La eliminación del cambio de hora no tendrá un efecto significativo en las emisiones de carbono, pero podría contribuir a un uso más eficiente de la energía a largo plazo.
Por otro lado, mantener un horario fijo podría fomentar un mayor uso de la luz natural, lo que reduciría la dependencia de la iluminación artificial. Esto podría tener un impacto positivo en el medio ambiente, especialmente si se combina con otras medidas de eficiencia energética.
A medida que se acerca 2026, España se enfrenta a una decisión crucial: elegir entre el horario de verano o el de invierno. Esta decisión no solo afectará a nuestra rutina diaria, sino que también tendrá implicaciones a largo plazo para la salud, la economía y el medio ambiente.
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