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Amigas agredidas a plena luz en Zaragoza: "La calle estaba repleta de gente y nadie hizo nada"

Tres jóvenes fueron agredidas por un hombre de 40 años mientras que desayunaban en el barrio de Delicias, en Zaragoza, a plena luz del día. El agresor es un paciente medicado al que no se puede detener. Además, no es la primera vez que hace algo así.

Este lunes 17 de marzo, 'El Programa de Ana Rosa' ha hablado en directo con Andrea, Alicia y Fernanda, las tres jóvenes que fueron agredidas.

"Fuimos a recoger a nuestra amiga Fernanda porque íbamos a desayunar a las 09:00 de la mañana y en el transcurso de ir hacia la cafetería, este señor estaba haciendo gestos raros, a ambas las dije que cuidado, pero en ningún momento pensábamos que se iba a acercar. En el momento que se acerca a mi amiga la suelta un escupitajo en la cara", explican. Tras esto, las tres jóvenes salen corriendo de la impotencia.

Las tres amigas fueron agredidas físicamente por el hombre y Andrea cuenta cómo fue: "Recibimos de todo. Mi amiga Fernanda fue y también recibió patadas, yo recibí un bofetón en la cara". Andrea cuenta cómo, a pesar de que la calle estaba repleta de gente, nadie fue a ayudarlas: "Nadie hacia nada, hombres, barrenderos, gente dentro del bar, nadie hacia nada. Solo mujeres, dos señoras que se metieron ellas."

La policía no puede detener al hombre

El hombre no fue detenido por la policía debido a que es una persona con problemas psicológicos. En este caso, Fernanda añadía: "Si una persona no está bien o en sus plenas facultades tiene que estar a cargo de otra persona o internada, es un peligro. Nos ha pasado a nosotras que somos tres, pero luego le pasa a una niña o a una abuela y es peor".

Además, el agresor era conocido en el barrio: "Nos han escrito gracias a que nos hicimos virales, la gente nos ha ido escribiendo y una de las chicas puso una denuncia pero quedó en el aire". Al día siguiente, cuando Andrea fue a clase, uno de sus compañeros le dijo que le había visto apostando en un casino la misma noche de la agresión: "Fui a clase y un compañero me dijo que lo había visto apostando en un casino tan tranquilo".