El pasado lunes en el municipio de Guadahortuna, Granada, se desató una pelea que acabó con la muerte del padre de Jacqueline, una mujer maltratada que había ido a denunciar a su marido. Al volver a casa tras poner la denuncia, la familia del maltratador los esperaban con una navaja, el arma que terminó con la vida de Pedro, su padre.
Jacqueline comenzaba diciendo que nunca había denunciado por si ocurría algo así: "Yo nunca había denunciado por miedo a mis padres, a mi hermana o mi hermano, yo sabía que esto iba a pasar, que si no era yo era alguno de ellos, y en principio no fui yo la que puso la denuncia, fueron los Guardias Civiles los que pusieron la denuncia por la manera en la que él actuó"
Agregaba después: "Ellos vinieron a por mi y como yo no estaba se llevaron a mi padre por delante y a mi madre porque no pudieron y a mi hermano y a mi hermana. Yo vi a mi padre y yo salí, y vinieron a por mi, su madre vino a por mi "
Durante 13 años ha vivido malos tratos, no solo de su marido, también de su suegra: "Por todos, estando sola con mi pareja me maltrataba, pero cuando estaba delante de la madre él se ponía más violenta y la madre lo apoyaba. Los dos me insultaban, me decían cosas y si el hijo me maltrataba delante de la madre, no hacía nada, ni la madre ni el padre, ni la hermana, nadie".
Jacqueline nunca fue al médico o al hospital: "Yo me curaba sola o iba a casa de mi hermana." Aunque las agresiones no fueron leves, en una de las ocasiones llegó a tener un corte en la cabeza o incluso la destrozó el oído derecho en noviembre, la víctima nunca fue al hospital por miedo a que pusieran esa denuncia.
Antes de irse al juzgado, Jacqueline terminaba diciendo: "A mi no me alivia, ni me va a quitar el dolor ni las penas. Ellos en la cárcel tienen lujos, tienen privilegios, comen, tienen visitas de su familia, su hijo, hermanos, van a ir a verlos, pero a mi padre ¿quién?, ¿Quién me devuelve a mi padre?".