El doctor Gaona, tras las declaraciones de José Bretón: "Tiene una personalidad que favorecía hacer esto"

Después de las declaraciones de José Bretón ante Luisgé Martín para su libro 'El Odio' sobre cómo asesinó a sus hijos, 'Vamos a Ver' ha hablado con el psiquiatra forense José Miguel Gaona, que declaró en la segunda sesión del juicio.

"También me he quedado sorprendido, esa sutileza de las expresiones, el haber tenido suerte. Como podemos asociar la suerte, en este caso positiva, con que no te hayan pillado literalmente con los cuerpos de los niños. Eso no es suerte, eso es algo que no tiene nombre", ha comentado Gaona.

Sobre las conversaciones con Bretón, el psiquiatra forense ha asegurado que sacó varias conclusiones: " Sus rasgos, la manera de ser, era tan patológico, tan celoso, tan controlador, tan esquizoide, tiene una personalidad que favorecía hacer esto. De hecho, lo que he estado leyendo de este libro, hay algunas expresiones que me dejan literalmente con la carne de gallina".

Además, José Miguel Gaona ha apuntado: "Hay un mecanismo tremendamente malo y maligno al abordar este tema, la manera en cómo lo hace, no es una cuestión impulsiva, es una cuestión tremendamente planeada de una manera profundamente cruel, no solo hacia Ruth, sino también hacia las propias víctimas que son los dos niños".

Ante la pregunta acerca de la intención de hacerle daño a la madre de sus hijos y a su familia, José Miguel agrega: " Él es una persona que tiende a la venganza. Cuando él se ve despechado, lo vive de una manera íntima, con esta dinámica, cuando su mujer le quiere abandonar, cuando parece que tiene una relación con una tercera persona, él actúa con ese ánimo cegador de venganza y sin ningún tipo de sentimientos. Yo nunca le vi llorar".

Otro concepto que destaca es la falta de culpa: "La culpa es lo que podría llevar en algún momento dado a pedir perdón, pero no hay culpa tampoco. El se siente autorizado moralmente dentro de esa moral perversa a hacer lo que hizo". Termina diciendo que "se podría resumir en la maldad".

Lo que ocurrió en la finca 'Las Quemadillas'

José Bretón lo tenía todo preparado, los pequeños iban a estar unos días con él en la finca. "Había dos condiciones que tenían que cumplirse: que murieran sin sufrimiento y que los cuerpos desaparecieran luego para que no los encontraran. Sin cadáveres no hay crimen, eso está en cualquier novela policiaca. Tenía los medicamentos y tenía la leña en la finca, solo tuve que comprar el gasóleo".

"La mañana del día ocho fui a despertarlos, pero cuando llegué a la cama mi hijo José ya estaba despierto y me echó los brazos para que lo cogiera. Al hacerlo pensé: "Vaya tela que sea hoy el último día que te vea, pero no puedo soportar la idea de que pases momentos allí". No recuerdo nada más. No sé si hablé con ellos, pero no hubo palabras especiales. No hubo despedidas ni sentimentalismo. Yo estaba ido. Solo pensaba en que todo acabara", añade.

"Antes de poner los cuerpos en el fuego comprobé que no respiraban, estaban ya muertos. No se enteraron de lo que iba a pasar", ha contado.