El próximo 8 de marzo de 2025, Día Internacional de la Mujer, Madrid volverá a ser el epicentro de una jornada de movilización masiva en defensa de los derechos de las mujeres. Sin embargo, al igual que en los últimos años, no habrá una única manifestación, sino dos marchas organizadas por distintos colectivos feministas.
Esta es una división que refleja las diferencias ideológicas y estratégicas dentro del movimiento feminista en nuestro país, con posturas divergentes en cuestiones clave como la Ley Trans, la prostitución y el abolicionismo.
Las marchas del 8M en Madrid serán organizadas por dos plataformas principales:
Las diferencias entre ambos colectivos han generado un debate intenso dentro del feminismo español. Aunque ambas plataformas comparten la lucha por la igualdad de género y los derechos de las mujeres, hay puntos en los que sus posturas son completamente opuestas:
Ley Trans:
Prostitución y abolicionismo:
Postura sobre la unidad del feminismo:
La existencia de dos manifestaciones ha generado preocupación entre algunos sectores del feminismo y de la sociedad en general, pues refleja una falta de unidad en un momento en el que los derechos de las mujeres siguen enfrentando numerosos desafíos.
En 2024, la marcha convocada por la Comisión 8M congregó a aproximadamente 30.000 personas, mientras que la del Movimiento Feminista de Madrid reunió a unas 4.000 personas. La diferencia en participación muestra que la convocatoria de la Comisión 8M sigue siendo mayoritaria, aunque la división resta impacto mediático a la movilización feminista.
Algunos analistas consideran que esta fragmentación podría debilitar la capacidad de incidencia política del feminismo en España. Otros, en cambio, argumentan que la diversidad de posturas dentro del movimiento es natural y que el debate enriquece la lucha por los derechos de las mujeres.
Con todo esto, queda claro que la celebración de dos manifestaciones el 8M en Madrid es un reflejo de la diversidad y las tensiones dentro del feminismo actual. Aunque ambas convocatorias comparten el objetivo de luchar por la igualdad de género y la erradicación de la violencia machista, sus diferencias en torno a temas clave como la Ley Trans y la prostitución han generado una brecha difícil de cerrar.
La clave estará en cómo estos colectivos sean capaces de gestionar sus diferencias sin debilitar la lucha común por los derechos de las mujeres en España. Mientras tanto, el 8M de 2025 volverá a demostrar la capacidad del movimiento feminista para movilizar a miles de personas en defensa de una sociedad más justa e igualitaria.