El problema de los ansiolíticos como la benzodiacepinas: "He llegado a tomare blister enteros"
El consumo de medicamentos contra la ansiedad y la depresión están disparados en España a pesar de los controles sanitarios
Los expertos reconocen la necesidad de prescindir de ellos tras sus primeros efectos y seguir el tratamiento con otras terapias
Un 27 % de los españoles reconoce tomar somníferos, ansiolíticos o antidepresivos, según un estudio
Ansiolíticos como la benzodiacepina siguen siendo un problema en España. Nuestro país sigue a la cabeza en consumo de este tipo de fármacos y su venta no deja de aumentar con el riesgo que conlleva de adicción. Preguntamos a expertos para conocer cuál es el problema y si los facultativos lo están recetando con demasiada facilidad.
Hablamos con un paciente que empezó a tomar benzodiacepinas a los 14 años tras sufrir un brote psicótico por consumo de cannabis. Oculto bajo la capucha de su sudadera para preservar su intimidad reconoce que "he llegado a tomar blísteres enteros; desde que me levantaba hasta que me acostaba era una pastilla tras otra".
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"Conseguir pastillas es muy fácil"
Su vida transcurría de forma constante tumbado en la cama, dormido. Tanta ingesta llegó a generarle adicción, porque conseguir las pastillas era muy fácil en la calle, además de que podía usar las que prescribían a su madre, también bajo los efectos de la ansiedad.
Isabel Vázquez, médico de familia y portavoz de la Asociación de Médicos y Titulados Superiores de Madrid (AMYTS), asegura que la dispensación de estos fármacos se hace de forma rigurosa ya que "hay un control bastante exhaustivo en los programas informáticos".
Las benzodiacepinas son fármacos eficaces para gestionar los primeros momentos tras sufrir una situación de estrés o ansiedad. Es el caso de Javier que necesitó de este tipo de medicamentos para superar la muerte de una hija. Cuenta que necesitaba tomar "un antidepresivo en la dosis máxima, así como un ansiolítico para dormir por supuesto". Aunque en su caso todo estaba pautado y controlado una psiquiatra y una psicóloga.
Superado el bache inicial por la perdida, Javier dejó de tomarlas para continuar en terapia con sus dos especialistas, pero ya sin el apoyo de estas sustancias químicas. Vázquez recuerda que los médicos prescriben estos medicamentos cuando "consideramos con criterio que hay que hacerlo”.
Y este es el secreto de un buen tratamiento con estos medicamentos, a excepción de casos graves que han de estar controlados por técnicos que realizan un seguimiento de los efectos y vigilan las pautas recomendadas para evitar dar un paso atrás en sus tratamientos.
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