Agricultores y vecinos afectados por macroplantas fotovoltaicas exigen moratorias y mesa de negociación. Con el lema 'Renovables sí, pero no así', se han manifestado este domingo en Colmenar de Oreja, en Madrid.

Hasta allí se han desplazado vecinos de los municipios afectados y que ocupan una zona que engloba las provincias de Madrid, Guadalajara, Cuenca y Toledo; donde está previsto ocupar 10.000 hectáreas para poner en marcha 50 macroplantas fotovoltaicas.

Denuncian que se están instalando muy cerca de los núcleos urbanos y en terrenos fértiles, de manera que suponen un riesgo para la supervivencia de los pueblos que dependen de su paisaje y de la agricultura para sobrevivir.

Además, ha supuesto una burbuja en el arriendo de las parcelas agrarias que lleva a muchos agricultores a no poder pagar los precios que ahora ofrecen las grandes empresas que ocupan el terreno para las placas.

Y donde los agricultores deciden no vender o arrendar, son expropiados, como ha ocurrido en la Campiña norte de Jaén, al declarar la Junta de Comunidades de Andalucía bien de interés público a las placas solares.

Ya se han talado 5.000 olivos y si salen adelante todos los proyectos previstos en esa comarca se cortarán 100.000. Pero están en la lucha y han logrado frenar las expropiaciones.

Desde Madrid, los vecinos del sureste y pueblos limítrofes hoy han reclamado una moratoria en la instalación de estas macro plantas, tras las cuales denuncian hay fondos de inversión que sólo buscan el beneficio rápido, y exigen una mesa de negociación entre todas las administraciones y los vecinos afectados.

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