Llegan fechas en las que los viajes aumentan, ya sea para visitar a familiares y reunirnos o para conocer sitios nuevos y disfrutar de unos merecidos días de descansos en los que conocer nuevos destinos. Para poder disfrutar al máximo, es importante saber maximizar el espacio y a la par que controlamos el peso de nuestras maletas, sobre todo en el equipaje de mano teniendo en cuenta que es el que puede hacer que ahorremos una cantidad de dinero al no tener que pagar suplementos y también de tiempo al no tener que hacer colas para facturar o recoger nuestra maleta en el destino.
En líneas generales, las medidas de la maleta de cabina son 55x35x20 cm según el tamaño recomendado por la IATA (Asociación Internacional de Transporte Aéreo) para ser consideradas “Cabin OK”, con un peso máximo de 10 kilos. Teniendo en cuenta estas limitaciones, a las que las aerolíneas pueden aplicar otras todavía más restrictivas en el tamaño de la maleta, puede ser todo un quebradero de cabeza en tus viajes organizar tu equipaje de mano sin problemas de espacio o peso.
Antes de empezar a hacer la maleta y meter cosas sin orden ni concierto tratando de encajar las máximas posibles como si fueran piezas del Tetris, es buena idea planificar previamente todo lo que queremos o necesitamos llevar. Para ello, hay quien prefiere escribirlo y otros prefieren sacarlo y colocarlo por ejemplo sobre la cama para visualizarlo.
Con respecto a la ropa, es importante tener en cuenta que siempre el número de pantalones o faldas será menor a la de camisetas, blusas o jerséis. Por eso, selecciona el mínimo de partes de abajo que quieres llevar y elige las partes de arriba que combinen con éstas para poder tener variedad de outfits. Además, esta organización previa ayudará a que no se te olvide nada: pijama, ropa interior, ropa, calzado, bolsa de aseo y aparatos electrónicos.
Una vez que hayamos seleccionado lo que vamos a meter, necesitamos sacar el máximo de partido al espacio disponible. Existen bolsas de viaje que permiten agrupar la ropa por categorías como “ropa interior”, “camisetas”, etc. Además, esto no solamente nos hará aprovechar mejor el ajustado espacio disponible, sino que nos será de gran ayuda para encontrar fácilmente lo que necesitamos sin la necesidad de deshacer la maleta en el destino.
Si en vez de doblar la ropa optas por enrollarla, además de aprovechar mejor el espacio también evitarás molestas e inoportunas arrugas. Teniendo en cuenta que las prendas de invierno ocupan mucho más que las de verano, podemos usar bolsas al vacío para esos jerséis o chaquetas que abultan demasiado y se comerían casi todo el espacio disponible en la maleta.
En cuanto al calzado, dos pares deberían ser más que suficientes para un viaje. Si tu escapada abarca varios días o las actividades que vayas a realizar te van a requerir de un mayor número, quizás viajar solamente con maleta de mano no vaya a ser una opción realmente viable. Si te apañas con dos pares, ten en cuenta el tamaño y el peso de los mismos y lleva puesto el que pesa y ocupa más. Aprovecha el interior del calzado para meter calcetines, el cargador del móvil o cualquier cosa de tamaño inferior que pueda aprovechar esos espacios muertos.
Para la bolsa de aseo, al igual que sucede con la ropa, el uso de diferentes bolsas nos ayudará a distribuir los envases de formato viaje que llevemos aprovechando el espacio sobrante de la ropa. Es importante tener en cuenta el medio de transporte en el que viajamos y, si vamos en avión, tenemos que recordar que las bolsas han de ser transparentes para poder pasar el control de seguridad. El uso de pequeños tarros o incluso jabones sólidos nos ayudarán a controlar el exceso de peso.
No nos podemos olvidar de los aparatos electrónicos que necesitaremos en nuestro viaje, para los que usaremos los compartimentos de la maleta, donde vayan más protegidos, o los huecos creados por el resto de las cosas. Sea como sea, recuerda colocarlos a mano, pues en muchos controles de seguridad de los aeropuertos necesitarás sacarlos para que sean escaneados por separado.
Por último, a la hora de volver a hacer la maleta cuando tengamos que regresar, es normal tener la sensación de que nos falta espacio y de que la ropa sucia ocupa más que la limpia. No olvides llevar una bolsa vacía para poder ir metiendo cada día la ropa sucia doblada o enrollada como si fuera limpia y que no solamente no ocupe más espacio del necesario, sino que no se juntará con la ropa limpia haciendo que tenga que ir toda a la lavadora a la vuelta.