Irene, atemorizada ante la presunta violación de su hija pequeña por su expareja: "Me maltrató y violó a mi hija. Ahora está en libertad"

Irene, una madre valiente, ha decidido romper su silencio y compartir la pesadilla que ha vivido junto a su hija. En 'Vamos a ver', ha denunciado y explicado los abusos sexuales que su expareja cometió contra su pequeña de tan solo seis años y ha detallado el calvario que han vivido desde que descubrió la verdad.

La felicidad de la vida de Irene y su hija se desvaneció cuando las constantes discusiones y el maltrato psicológico de su pareja comenzaron a aparecer. La decisión de separarse parecía ser la única salida, pero lo que Irene no imaginaba era el infierno que le esperaba. El hombre pasó una noche en el calabozo pero no se pudo demostrar nada. A pesar de la denuncia se estableció un régimen de visitas a la niña. 

Con el paso de los días, Irene comenzó a notar cambios en el comportamiento de su hija. "Mi hija tenia miedo a irse con el y yo no lo entendía", ha arrancado Irene con la voz entrecortada. "Me contó que se acostaba desnuda con él", ha explicado, afirmando que trató que su abogado impidiese las visitas a su padre pero no fue suficiente.

Irene, la madre: "Me la entregó con los pantalones manchados de sangre"

"Un día el me la entregó con los pantalones manchados de sangre. La niña estaba temblando y gritaba 'papá me ha hecho daño', me alarmé y la llevé al hospital", ha explicado Irene muy afectada. "Los medico vieron que tenía laceraciones en sus partes intimas y que la había violado", ha recordado.  "Le dijo al forense que el padre se había subido encima y ella pedía que se lo quitasen de encima, que le quitasen al demonio, que le estaba metiendo el pito y que le estaba haciendo mucho daño", ha continuado llorando.

"A partir de ahí, me escondí, pero dio conmigo en un pueblo recóndito y nos siguió a mí, a mi hija y a mi pareja", ha continuado. Al salir de la cárcel, el hombre amenazó de muerte a ambas y con secuestrar a la niña.

El hombre aún está en libertad, esperando a ser juzgado. "El es el que debería estar entre rejas, no yo en una casa escondida. Tengo miedo hasta de trabajar, tengo miedo porque me puede encontrar", ha concluido muy afectada.