Acabamos de dejar atrás la Navidad y los Reyes Magos, una época de especial consumismo, con una huella no solo para el bolsillo, sino también para el medio ambiente. Si los móviles son el regalo estrella, se multiplica la basura tecnológica. Hasta 24.000 toneladas al año.

Los dispositivos vinieron y ahora los puntos limpios acumulan los que fueron regalos en el pasado: "Hay muchos CD, una impresora, un teclado...", cuentan desde el servicio de residuos del Ayuntamiento de Madrid. Allí los reciben, separan, eliminan los contaminantes y aprovechan casi todo (entre el 88 y un 92%).

Con 24.000 toneladas en 2023 y con la renovación que trae la IA en el frente, los tecnológicos suponen el 3% de los residuos eléctricos en España. Los móviles llevan una auténtica mina en su interior: hay muchos materiales que se pueden recuperar (en un teléfono móvil "se encuentran 40 elementos de la tabla periódica").

La fundación Jane Goodall nos recuerda que el origen de sus materias primas está en los países subdesarrollados. Los expertos destacan que, para obtener esas materias primas, deforestan selvas. Por ello, animan a reciclar.

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