Los políticos se siguen aplazando los días para buscar soluciones, pero en Canarias aumentan los problemas. Continúa la llegada incesante de embarcaciones, que ha continuado esta madrugada. En estas últimas horas la situación está siendo especialmente difícil en Lanzarote donde no hay medios para atender a los que llegan.

Han montado carpas provisionales que se habilitaron de urgencia en Lanzarote ante la saturación de los centros de menores. Pero ahora conviven menores no acompañados con adultos hombres y familias

La periodista Rita Deniz ha podido ver cómo vacían las carpas para derivar a los adultos, pero los menores se quedan Lanzarote. Son ya 176 en 9 centros. Durante el 2024 ha llegado a tener 346, y se enfrentan a veces a situaciones muy delicadas.

Para ayudar a los niños y traducir hay un voluntario que tenía 8 años cuando llegó a la isla durante la crisis de los cayucos de 2008.

Asegura que quienes vienen “lo hacen por necesidad. Nadie quiere dejar a su familia atrás”.

Su historia es una bofetada de realidad para entender que no hay freno para estas personas. Su padre lo intentó 3 veces y 3 veces lo expulsaron. Había pagado 8.000 euros a una mafia y al final decidió embarcar a su hijo.

Lanzarote está viviendo un aumento del 1.000 por ciento. Complicadísimas de gestionar para una isla que a diferencia del Hierro no tienen duplicados los servicios y está menos engrasado el sistema de atención humanitaria. 

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