Patricia y Alberto, una pareja de Toledo, están enfrentando un drama de inquiokupación que ya les ha generado una deuda de más de 14 mil euros. Todo comenzó cuando decidieron alquilar su vivienda en El Viso de San Juan para poder hacer frente a la hipoteca, pero lo que parecía una solución pronto se convirtió en una pesadilla. La familia que ocupó el piso pagó el alquiler durante el primer año, pero ya han pasado más de dos sin abonar ninguna mensualidad. En 'Vamos a ver', hemos hablado con Alberto, el propietario afectado, quien ha narrado cómo su vida familiar y económica se ha visto gravemente perjudicada.
Alberto ha explicado que, aunque presentaron una demanda por impago hace más de un año, esta fue rechazada recientemente debido a un error en la referencia catastral, lo que les ha obligado a comenzar de nuevo el proceso. "Tengo que hacerme cargo de la hipoteca, del IBI, de la comunidad, de todo. Es una situación desesperante, estamos solos ante la administración, esta es la segunda demanda que no admiten", ha señalado con frustración.
Además, el propietario ha detallado que no tiene forma de comunicarse con los inquiokupas. "Hace un año que nos bloquearon de WhatsApp, el teléfono no me lo cogen, es imposible, ni yendo al portero puedo hablar con ellos, no hay manera", ha lamentado.
La situación está afectando gravemente a su familia: "Tengo dos niños pequeños, de 4 y 6 años, que la carta de los Reyes este año… pues imagínate. Mi mujer está con una depresión en casa, ha tenido que cerrar su peluquería y no es justo", ha confesado. Alberto también ha apuntado que los inquilinos "si no pagan el alquiler es porque no quieren, porque para vacaciones sí tienen.
A pesar de los intentos de resolver el conflicto, los inquilinos han incumplido todas sus promesas. Alberto ha contado que incluso firmaron un documento en el que se comprometían a abandonar el piso el pasado 10 de noviembre de 2024, pero todavía siguen en la vivienda. "Ahora lo que podemos hacer es nada, poner otra demanda y rezar para que nos caiga a un juzgado que la admita y quiera seguir", ha indicado sobre el incierto panorama legal.
Aunque la deuda supera los 14 mil euros, para Alberto lo más importante es recuperar su casa. "La deuda me gustaría cobrarla, pero es lo que menos nos importa. Yo lo que quiero es que se marchen de mi vivienda", ha concluido. La familia ha tenido que recurrir a préstamos y Alberto trabaja en tres empleos simultáneamente para poder cubrir las necesidades de sus hijos pequeños.