La Policía Nacional continúa investigando el trágico hallazgo del cuerpo sin vida de un recién nacido en el cauce del río Arlanzón a su paso por Burgos. Su cadáver fue localizado el pasado martes 3 de diciembre y, desde entonces, buscan a la madre y tratan de esclarecer lo ocurrido, para lo cual la autopsia ya ha arrojado un dato clave: la gestación llegó a término y el bebé nació vivo.

Aunque el examen de los forenses del Instituto de Medicina Legal aún no ha determinado la causa de la muerte, esa conclusión es de crucial importancia para la investigación porque, en caso de determinar responsabilidades penales, la condena cambia significativamente respecto a que se tratase de un posible delito de abandono de un cadáver. En su lugar, cobra fuerza la hipótesis del homicidio, a la que han apuntado las autoridades desde el hallazgo del cuerpo sin vida del recién nacido.

Según informa Diario de Burgos, la autopsia ha determinado que nació vivo y con un peso que está dentro de los valores normales tras una gestación de 40 semanas. Por eso, las autoridades centran ahora sus esfuerzos en intentar localizar a la madre y esclarecer lo ocurrido.

El cuerpo del bebé fue localizado sobre las 18:30 horas del pasado martes, 3 de diciembre, encajado entre vegetación y barro "con su placenta y con su cordón umbilical". Lo encontraron unas mujeres que estaban paseando con sus perros por la orilla del río Arlanzón, a la altura del Puente Gasset, junto al paseo Sierra de Atapuerca, en el centro de la ciudad.

Fue entonces cuando se percataron de que los canes se acercaban a la orilla, por lo que aproximándose también para ver qué olían sus perros, "vieron que había un bebé”, como relató el comisario jefe de la Policía Nacional de Burgos, Jesús Nogales.

En un primer momento pensaron “que era un muñeco”, pero llamaron a la Policía Local de Burgos, que para el desconsuelo de todos comprobaron que "era un bebé". Fue entonces cuando, avisando la Policía Nacional y aplicando los protocolos pertinentes, dio inicio la investigación.

En este escenario, las autoridades trabajan para averiguar qué sucedió y esclarecer si se trata de un homicidio o murió por otra causa. Según informa Diario de Burgos, el examen de los forenses no ha determinado la causa exacta de la muerte, pero, en principio, se descarta que sea por ahogamiento.

Por su parte, tampoco se han apreciado señales externas de violencia en el cuerpo del neonato.

Así, las autoridades abordan un caso de gran complejidad. Creen que la madre puede ser una joven poco integrada, con miedo a la reacción familiar, si tenía siquiera familia cercana.  Con múltiples hipótesis abiertas, tampoco descartan que pudiese haber obtenido ayuda de alguna persona.

Tratando de encontrar pistas para dar con su paradero, la Policía ha enviado alertas a los centros de salud y a los hospitales, tanto públicos como privados, por si hasta ellos hubiese podido acudir una mujer con signos de haber dado a luz recientemente en busca de ayuda.

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