El personal sanitario del Hospital Universitario de Santiago de Compostela ha logrado una hazaña que pasará a los anales de la historia de nuestro país: han conseguido sacar adelante a un bebé que nació con tan sólo 393 gramos de peso y se quedó en unos escasos 360 gramos dos días después.

Javi cabía en la palma de la mano y sus padres, Luismi y Noemí, vecinos de Vilagarcía de Arousa, que se han documentado a conciencia sobre el tema, están convencidos de que se trata del bebé de menor peso nacido en España y probablemente del varón más pequeño del mundo, ya que tan sólo se tiene constancia médica de tres niñas por debajo de su peso que consiguieron salir adelante en Estados Unidos, Japón y la India.

Este pequeño ‘Pulgarcito’ nació por cesárea el pasado 3 de julio, en Pontevedra. Su madre rompió aguas con tan sólo 26 semanas y tres días de gestación y las probabilidades de que sobreviviera eran “ínfimas, casi nulas”, relata la prensa local.

Habría que esperar 72 horas como mínimo para ver su evolución, “pues era demasiado pequeño y muy delicado”, relata el padre, pero demostró ser lo suficientemente fuerte y luchador para salir adelante y plantarse en los casi tres kilos con los que salió del Hospital Clínico de Santiago, a donde fue trasladado a los ocho días de nacer, para ingresar en la unidad de neonatos.

Tras cuatro meses de cuidados, Javi alcanzó la consistencia normal de un bebé, y el pasado 22 de noviembre recibió el alta entre agradecimientos de toda la familia a los facultativos que lo atendieron: los doctores Cabo y Alonso de Pontevedra y el equipo de Neonatos del Hospital Clínico de Santiago.

Sus padres explican orgullosos que es un niño “totalmente sano”, al que “no le ha quedado ni una secuela”.

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