Hecho indignante y lamentable en Mallorca. La placa en recuerdo de Malén Ortiz, la menor de 15 años de Calviá que desapareció hace justo 11 años cerca de Son Ferrer, fue destrozada este pasado fin de semana, días en los que la familia de la joven ha pedido volver a investigar el caso en profundidad para esclarecer de una vez por todas qué fue lo que le ocurrió. Así lo ha confirmado al portal web de Informativos Telecinco Joaquín Amills, presidente de SOS Desaparecidos, asociación que ha denunciado el acto vandálico.
"Por mucho que destrocéis la placa en recuerdo de Malén, el amor, su recuerdo y presencia, es tan fuerte que una y otra vez volverá a su lugar. Prohibido olvidar", escribieron este pasado domingo desde SOS Desaparecidos, poco después de que tuvieran conocimiento de los hechos.
La publicación en X de SOS Desaparecidos:
Según recogen algunos medios como 'Diario de Mallorca', la misma placa en recuerdo de la adolescente desaparecida ya ha sufrido otros actos vandálicos. Se desconocen los motivos del ataque a la placa, así como si hay uno o varios responsables.
Malén Zoe Ortiz Rodríguez, su nombre de pila, desapareció la tarde del 2 de diciembre de 2013. La menor fue a clase y, tras salir del instituto, regresó a su casa, en Calviá. Su padre, con quien convivía tras su separación con su madre, no se encontraba en el domicilio, por lo que la joven decidió ir a comer a casa de su novio, en Son Ferrer. Antes de partir, le dijo al conserje de su edificio que avisara a su progenitor de que se iba con su pareja. Entonces, Malén emprendió su marcha y se subió a un autobús. Sin embargo, se pasó la parada en la que debía bajarse y lo hizo en la siguiente, en la rotonda de Pirates, en Magaluf.
Malén vestía zapatillas rosas (unas Vans, que dieron nombre al operativo de su búsqueda, Operación Vans, que sigue en curso) y unos pantalones rajados. Además, llevaba consigo su patinete, de color verde flúor, el cual utilizó para iniciar el trayecto hacia casa de su novio en Son Ferrer tras bajarse del autobús (estaba a 40 minutos a pie del domicilio). Pero aquí cambió todo. Al menos tres cámaras de vigilancia tendrían que haber grabado a la adolescente a su paso; en la primera de ellas aparecía con normalidad, en la segunda se registró una imagen borrosa y en la tercera ya no apareció. La adolescente desapareció justo tras pasar por delante del vivero de Sa Porrassa, en una carretera con mucho tránsito y viviendas. Su rastro se esfumó en apenas minutos. La principal hipótesis que se ha barajado es la de un secuestro improvisado. No obstante, este extremo no se ha podido confirmar, ya que no se ha encontrado el cuerpo, a pesar de que se hicieron búsquedas en los últimos años, no hay personas condenadas y no se ha celebrado un juicio.
En las indagaciones por el caso, los agentes interrogaron en primer lugar al novio de Malén y registraron su domicilio, descartando por completo su posible implicación. Posteriormente, se investigó a 13 personas. Entre ellos, una persona sin hogar de origen alemán y un ciudadano español identificado como José que vivió una etapa en Estados Unidos antes de afincarse en Baleares y que protagonizó otros incidentes con adolescentes, a las que intimidaba cerca de su vivienda.
Las autoridades registraron la vivienda de José y en su ordenador encontraron contenido pornográfico con presuntas menores. Además, se supo que fue expulsado de un bar en una ocasión después de que el propietario del local supiera que había estado hablando con su hija de ocho años, a la que le regaló un collar. Este varón, antes de fallecer hace unos años, aseguró no tener nada que ver con el caso de Malén. Efectivos del Instituto Armado analizaron 300 matrículas y coches del tramo de Son Ferrer, pero los resultados no fueron fructíferos. 11 años después de la desaparición, no hay ningún dato fiable sobre lo que ocurrió con la joven.
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