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El acusado de abusar sexualmente y agredir a una menor de 15 años en una discoteca de Cantabria, además de realizar tocamientos y abofetearla ha reconocido los hechos y ha aceptado una condena de un año de prisión. La condena se ha decidido este martes, en el juicio celebrado en la Audiencia Provincial de Cantabria.
Además, tras modificar el fiscal su escrito y conclusiones iniciales, y adherirse las acusaciones particulares y la defensa a las mismas, la Sala de la Sección Primera va a imponer al procesado una multa de 960 euros por dos delitos leves de lesiones, a razón de una cuota diaria de 8 euros durante dos meses por cada uno de ellos.
La pena de cárcel es con motivo del delito de abuso sexual que, a su vez implica la inhabilitación especial para desempeñar cualquier oficio que conlleve contacto con menores durante tres años. Además, se ha rebajado respecto a la anterior petición del ministerio público al aplicarse la reforma del Código Penal por ser más beneficiosa para el enjuiciado.
Esta parte solicitaba en un principio dos años de cárcel, por acercarse a la chica cuando se encontraba en un establecimiento de ocio nocturno y, "con ánimo de satisfacer sus deseos sexuales", agarrarla "el glúteo de forma reiterada" pese a manifestarle ella, "visiblemente molesta y enfadada, que parase de efectuar esos tocamientos".
Esta parte solicitaba en un principio dos años de encarcelamiento, por acercarse a la chica cuando se encontraba en un establecimiento de ocio nocturno y, "con ánimo de satisfacer sus deseos sexuales", agarrarla "el glúteo de forma reiterada" pese a manifestarle ella, "visiblemente molesta y enfadada, que parase de efectuar esos tocamientos".
No obstante, el condenado continuó con su actitud, lo que derivó a que la menor y su grupo de amigos se encarasen con él de manera agresiva. Con consecuencia, el hombre propinó un golpe con la mano en la boca a la menor, que hizo que sangrase.
Asimismo, una mujer intervino entre ambos, pero éste le agredió agarrándola por el cuello y asestándole un golpe con un botellín que tenía en la calle.
La Fiscalía solicitaba, por el delito de abuso sexual a menores y dos delitos leves de lesiones, dos años de prisión, aunque la acusación particular elevaba la petición a cuatro años. Además, se requerían siete años de inhabilitación para desempeñar trabajos con menores y una multa de 1.440 euros.
Sin embargo, estas penas han sido reducidas tras el acuerdo alcanzado entre las partes y la conformidad del procesado, quien deberá indemnizar a la víctima por las lesiones sufridas y por los días de curación, así como al Servicio Cántabro de Salud (SCS) por la atención médica proporcionada.
Después de la vista, el tribunal emitirá su sentencia basada en el acuerdo alcanzado y ha decretado la firmeza de la misma, ya que todos los letrados se comprometieron a no recurrir al fallo.
La defensa ha solicitado la suspensión de la condena para su cliente, argumentando que no tiene antecedentes penales y que la pena impuesta es inferior a dos años de cárcel. Ni el fiscal ni lo abogados de la acusación particular se han opuesto a esta petición, y será la Sala la que deba tomar la decisión al respecto.
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